Una coalición de izquierda de separatistas vascos descendientes en parte del ala política del extinto grupo terrorista Eta ha logrado avances electorales históricos en la región del norte de España, pero fue superada al primer lugar por el gobernante, centrista Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Aunque las encuestas habían sugerido que la transformación de EH Bildu en un “partido general” a través de su enfoque en temas como vivienda y salud le permitiría superar al PNV, el fuerte aumento previsto no se materializó.
El PNV obtuvo 27 escaños y el 35,2% de los votos, mientras que Bildu obtuvo 27 escaños y el 32,5% de los votos. La rama regional del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo 12 escaños y el 14,2% de los votos, mientras que el conservador Partido Popular (PP) terminó cuarto con siete escaños y el 9,2% de los votos.
La plataforma izquierdista Sumar –el socio menor de la coalición nacional liderada por el PSOE– obtuvo un escaño, al igual que el partido de extrema derecha Vox. El partido de izquierda Podemos sufrió otro desastre electoral, perdiendo los seis escaños que ganó hace cuatro años.
El resultado más probable es una repetición de la coalición PNV-socialista que ha gobernado el País Vasco durante los últimos ocho años. Los escaños combinados de los partidos darían a la coalición una mayoría de 39 escaños en el parlamento regional de 75 escaños.
El PNV, que ha gobernado el País Vasco casi ininterrumpidamente desde 1980, elogió su última victoria y señaló que había obtenido casi 30.000 votos más que sus rivales de izquierda.
Mientras tanto, Bildu afirmó que el resultado era un punto de inflexión y una prueba de su creciente atractivo para los votantes vascos. «EH Bildu ha obtenido los mejores resultados de su historia: 350.000 votos y 27 escaños», afirmó Pello Otxandiano, su candidato a la presidencia autonómica. “El mapa político ha cambiado. El cambio está en marcha y es imparable”.
El presidente del Gobierno socialista de España, Pedro Sánchez, felicitó al PNV y añadió: «Los socialistas volverán a ser decisivos en el País Vasco».
Los oponentes de Sánchez, sin embargo, lo acusaron a él y a su partido de “blanquear” a Bildu, de cuyo apoyo dependen los socialistas en el Congreso. Aunque ETA abandonó su campaña armada en 2011 y se disolvió siete años después, muchos todavía ven a Bildu como los herederos del ala política del grupo. Otxandiano fue criticado durante un debate de campaña la semana pasada por referirse a ETA como un “grupo armado” en lugar de un grupo terrorista.
«Nadie puede ignorar que la principal novedad de estas elecciones es la victoria del blanqueo de Bildu por parte del PSOE, algo que ningún demócrata puede celebrar», afirmó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.