TSon un espectáculo familiar en las calles y la playa de arena de Barcelona: vendedores, con mantas extendidas frente a ellos, vendiendo baratijas o juguetes a transeúntes frecuentemente desinteresados. Ahora Cataluña y las Islas Baleares han elegido a Top Manta, una cooperativa con sede en Barcelona que representa a los vendedores indocumentados, en su mayoría inmigrantes, como inspiración para su entrada a la Bienal de Arquitectura de Venecia, que se inauguró el pasado fin de semana.
Lamine Sarr de Top Manta, una cooperativa con sede en Barcelona de vendedores ambulantes en su mayoría inmigrantes e indocumentados. Fotografía: Paroma Basu/The GuardianTop Manta lleva el nombre de los vendedores (manteros) que esparcen sus mercancías sobre una manta (manta). “Se estableció en 2015 después de un período de intensa represión policial para apoyar a las personas que, debido a la ley, no pueden encontrar un lugar para vivir o abrir una cuenta bancaria y se ven obligadas a vivir en la calle”, dice Lamine Sarr, un portavoz de manteros que, como muchos miembros de Top Manta, es de Senegal.
El tema de la bienal de este año es El laboratorio del futuro, con África como foco. El Instituto Ramon Llull, una entidad cultural catalana que organiza la participación de la región en la bienal, convocó un concurso y ganó el estudio de arquitectura Leve Productora con una propuesta titulada Siguiendo al pez.
Daniel Cid de Leve dice: “Preguntamos, ‘¿Dónde tenemos un laboratorio del futuro en Barcelona?’ Pensamos: Top Manta. Hagamos un proyecto con ellos que nos haga repensar la arquitectura desde la perspectiva de un inmigrante africano”.
Sarr agrega: “El pez simboliza que la gente de Top Manta no está aquí porque venga de países pobres sino porque sus países han sido explotados y colonizados durante siglos. La pesca en grandes barcos ha hecho imposible la supervivencia de los pescadores locales. Decidimos elegir el pez porque es un símbolo no solo de la explotación del mar sino de todos los recursos naturales”.
Los visitantes asisten a una vista previa de Cataluña en Venecia: Siguiendo al pez en la bienal de arquitectura de Venecia la semana pasada Fotografía: Simone Padovani/Getty ImagesEl stand en Venecia consta de dos partes. El primero, un mercado de manteros, describe el viaje de la diáspora africana, las dificultades del proceso migratorio, las políticas fronterizas y las leyes discriminatorias de Europa. El segundo, un taller de reparación, surge de un proceso colaborativo entre Leve y estudiantes de arquitectura de 26 países que trabajan en nuevos modelos de vivienda, basados en la reutilización de tiendas y edificios vacíos.
Cid dice que la idea es llevar los valores africanos de sostenibilidad y comunalidad a la conversación sobre cómo vivimos.
Es un proceso de aprendizaje, dice su colega Eva Serrats, ver una comunidad creada por necesidad. “La propuesta, desde el punto de vista arquitectónico, es saber vivir. Por ejemplo, tienen mucha más experiencia de vida cooperativa que nosotros, de espacios comunales y comida comunal, lo que no tiene por qué implicar pobreza, y de usar un espacio para hacer muchas cosas, lo que también le da vida a la calle. ”
Cid añade: “También hemos podido demostrar que esta forma de vivir tiene un impacto ambiental mucho menor”.
En España, todavía no se ofrece una amnistía de “tarjeta verde” al estilo estadounidense a los inmigrantes indocumentados. La semana pasada, Sarr presentó al gobierno español una petición firmada por más de 600.000 personas pidiendo la regularización del medio millón de ciudadanos apátridas del país.
El mes pasado, el gobierno italiano, encabezado por el primer ministro de extrema derecha, Giorgia Meloni, declaró el estado de emergencia por la llegada de inmigrantes que cruzan el Mediterráneo. Según cifras del gobierno, 31.292 inmigrantes llegaron a Europa de esa manera entre enero y abril, cuatro veces la cifra de 2022.
Algunos cuestionarán la ética de dar a los manteros una plataforma tan destacada en la bienal, dado que, antes de que Top Manta comenzara a producir sus propias camisetas y zapatillas, vendía copias baratas de zapatos y bolsos de marca, violando efectivamente los derechos de autor.
Miembros del colectivo Top Manta en el lanzamiento. Fotografía: Pau Coll/FolletoEsto pasa por alto, dice Cid, que se han visto obligados a una actividad marginal para sobrevivir. “Hay una crisis alimentaria en Senegal causada por intereses occidentales. Europa los explota, Europa crea hambre, y cuando llegan a Europa se enfrentan a leyes racistas que les impiden trabajar.
“La pregunta no es qué tienen que hacer para sobrevivir, sino por qué permitimos que existan tales condiciones”.
Según la legislación española, para obtener la residencia legal, los inmigrantes extracomunitarios deben residir en el país durante tres años, acreditar un domicilio fijo desde hace al menos un año, demostrar que están aprendiendo el idioma y tener un contrato de trabajo de un mínimo de un año. Tales condiciones son a menudo imposibles de cumplir.
Serrats dice que Top Manta presentará Cataluña bajo una nueva luz en Venecia. “Queremos presentar Cataluña y Baleares al mundo con otros ojos, no con ojos occidentales, ya través de personas cuya voz normalmente no se escucha, porque creemos que podemos aprender mucho de esta voz”, dice.
“Más que ser curadores o narradores, queremos que cuenten su historia”.