España vive una situación inédita: el número de pensionistas no deja de crecer y el pasado mes de julio volvió a alcanzar la cifra más alta de la historia con 10.055 millones de personas. Para adaptar el sistema de pensiones a esta nueva realidad, el ministerio de José Luis Escrivá ha impulsado una reforma de la que ya se ha implementado la primera fase.
Las pensiones anticipadas son aquellas donde el trabajador interrumpe su actividad laboral antes de alcanzar la edad establecida legalmente para la jubilación y puede ser voluntaria o involuntaria. El principal requisito para acceder a la jubilación anticipada voluntaria es contar con 35 años cotizados, 15 de ellos inmediatamente antes de la edad de jubilación.
Una de las grandes novedades a tener en cuenta sobre las jubilaciones anticipadas tras la reforma de las pensiones es la modificación del coeficiente reductor: un porcentaje con el que se calcula el nivel de penalización según los años que se adelante la solicitud de la pensión.
Según un análisis del medio elEconomista.es, las jubilaciones anticipadas (voluntarias) que han salido mejor paradas por la reforma laboral han sido:
Los contribuyentes que cuentan con más de 44 años y seis meses de cotización, que pasan de un coeficiente de reducción del 9,8% al 6,33%. Las personas que cuentan con entre 41 años y seis meses y 44 años y seis meses cotizados, que pasan de un coeficiente de reducción del 10,5% al 6,67%. Los trabajadores con entre 38 años y seis meses y 41 años y seis meses cotizados, que pasan del 11,3% al 7%. Las personas con menos de 38 años y seis meses cotizados, que pasan de un 12% a un 7,33% en el coeficiente reductor.
