Aunque muchos estemos totalmente en contra de ellos –por su carácter subjetivo, la escasa rigurosidad con la que se suelen elaborar y su manifiesta inutilidad–, los rankings poseen cualidades propias de superhéroes: son capaces de monopolizar nuestra atención al instante y resultan imposibles de ignorar. Los dueños de los medios de comunicación y las webs de noticias lo saben, y de ahí la constante publicación de listados sobre, por ejemplo, las mejores hamburguesas de la ciudad, los helados más originales del verano o los gimnasios mejor valorados. Las clasificaciones de «lo mejor» y «lo peor» que a diario inundan el timeline de nuestros dispositivos resultan para muchos una magnífica guía en la que apoyar su nula capacidad de análisis. Para otros, en cambio, son la prueba fehaciente de la inminente extinción humana. Así son estas listas: o las amas o las odias, pero no puedes dejar de mirarlas.
Los apasionados de la música no son, ni mucho menos, ajenos a esta pócima. En 2003, los editores de la revista Rolling Stone propusieron una encuesta entre un surtido grupo de músicos, periodistas y productores con la idea de confeccionar un listado de los 500 mejores álbumes de la historia, una clasificación que volvió a actualizarse en 2012 y en 2022. Su última versión, en la que queda constancia de los más recientes fenómenos de la industria, como Harry Styles o Rosalía, llega ahora en forma de libro gracias a la editorial Liburuak.
El volumen ‘Los 500 mejores álbumes de la historia’ recoge el resultado de los votos que 300 artistas, críticos y disyoqueis han emitido sobre sus discos favoritos de todos los tiempos. What’s Going On de Marvin Gaye, seguido de Pet Sounds de los Beach Boys y Blue de Joni Mitchell representan el oro, la plata y el bronce, respectivamente, de este ranking. El top ten lo completan Song in the Key of Life de Stevie Wonder; Abbey Road de los Beatles; Nevermind de Nirvana; Rumours de Fleetwood Mac; Purple Rain de Prince & The Revolution; Blood on the Tracks de Bob Dylan y The Miseducation of Lauryn Hill, debut en solitario de la cantante de Nueva Jersey tras sus inicios con The Fugees.
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Esta clasificación, que recoge álbumes de muy diversos estilos musicales, desde el rock clásico de Elvis al reguetón de Bad Bunny, pasando por el jazz, el blues, el soul y el hip hop, no tiene como finalidad contentar a los amantes de un género u otro, sino de servir de caleidoscopio para entender la sólida influencia de los discos a lo largo de las décadas. Como bien explican desde la redacción de Rolling Stone, el álbum ha sido «un formato mil veces declarado muerto, pero que persiste por su potencia icónica», por lo que era de recibo rendirle este homenaje. El tomo, profusamente ilustrado con fotografías y portadas, también ofrece infinidad de datos curiosos y anécdotas de cada uno de los 500 discos del listado.
Los guitarristas The Edge (U2) y Nile Rodgers (Chic); el batería Lars Ulrich (Metallica); el bajista Gene Simmons (Kiss), el pianista Herbie Hancock o estrellas del pop como Taylor Swift y Beyoncé, entre otros, forman parte de la nómina de músicos que han participado en la elaboración de este ranking de obras de arte musical que todos deberíamos disfrutar, independientemente de los gustos y fobias personales, al menos una vez en la vida.
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Rolling Stone – Los 500 mejores álbumes de la historiaAutores varios Editorial: LiburuakTraducción: Patricia González Barreda Precio: 35,00 €