La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha elegido la Cadena Ser para defender de su propia boca la reforma que el PSOE propone de la ley del ‘sí es sí’ y acabar con «la confusión» que, según señaló, se está generando con ciertos mensajes que situó sin llegar a decirlo expresamente en el propio Gobierno y, en concreto, el Ministerio de Igualdad.
Así negó tajantemente que la proposición de ley del PSOE para reformar la ley vaya a suponer más revisiones de condenas, como este lunes dijo la delegada del Gobierno de Violencia de Género, Victoria Rosell. Llop explicó que seguirá habiéndolas, pero por la propia norma del ‘Sí es sí’, porque la modificación de los socialistas aumenta las penas, lo que deja de hacerla más beneficiosa para el reo, por lo que supondrá que no sea aplicada para rebajar condenas como ha ocurrido con la ley, que ya ascienden a 400.
A la pregunta concreta de si eso se deberá a la interpretación que hagan los jueces de la ley, la ministra contradijo abiertamente el mantra de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y su equipo y salió en defensa de la judicatura, cuya labor elogió y apuntó al desajuste que presentaba la ley a los problemas que ha planteado y que se corrigen con la propuesta socialista.
Consentimiento Aseguró que la reforma no retira el consentimiento y se atribuyó a ella misma, como delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, y a la entonces vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo la introducción de este concepto de forma explícita en 2018, con las «mofas» que ello les suscitó. De ahí que niegue que la propuesta socialista lo retire. Al revés, aseguró que quedará probada implícitamente su ausencia en cuanto haya violencia o intimidación o anulación de la personalidad. «Es muy sencillo probarlo, porque con una herida ya se puede probar que hay violencia», añadió Llop.
Y así descartó la otra crítica de su socio de Gobierno, que la violencia o intimidación sea una vuelta al Código Penal del pasado. Sostuvo que había que subir las penas, porque el Código Penal castiga más el robo con violencia que la agresión a una mujer, pero descartó la posibilidad de incluir esas circunstancias como agravantes, porque ello supondría, añadió, un exceso punitivo inaplicable en delitos de gravedad menor.
Pese a sus palabras y que este lunes llegó a decir que «los jueces aplican leyes, no relatos. Y lo que cambia la vida de la gente son las leyes, no los relatos», se mostró esperanzada en acabar llegando a un acuerdo con Podemos durante la tramitación parlamentaria de la proposición de ley presentada este lunes.