Entre las medidas del Gobierno de España para suavizar los efectos de la guerra de Ucrania y la crisis climática, que han incidido duramente en la inflación y el aumento de los precios, ha estado la actualización de las pensiones al IPC. Así, a partir del pasado mes de enero, aquellas personas que reciben una pensión contributiva han visto incrementada su nómina mensual en un 8,5%.
Por su parte, los preceptores de pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital se han visto beneficiados por un incremento del 15% de su prestación.
Aunque esto ha supuesto un aumento significativo de los ingresos de los contribuyentes que perciben este tipo de pensiones, se acerca el momento más esperado por todos los funcionarios, jubilados, etc.: el ingreso de la paga extra de verano, cuando la mayoría de ciudadanos que tienen derecho a alguna de estas prestaciones reciben el doble del dinero al que están acostumbrados.
La mayoría de las pensiones que abona la Seguridad Social se distribuyen en 14 pagas mensuales: así, las personas que se benefician de ellas cuentan con dos ingresos extra al año (en invierno y en verano) que aportan un extra de liquidez ante las fiestas de Navidad o las vacaciones de verano, donde habitualmente también se produce un incremento del gasto y del consumo.
Pero existe un tipo de pensión de la Seguridad Social que no se distribuye en 14 pagas, sino en 12: es el caso de las prestaciones derivadas de accidentes laborales y enfermedades profesionales, en las que se prorratea el dinero anual en doce mensualidades.
