En medio de su creciente disputa con México, el Gobierno ecuatoriano recibió este viernes una noticia que ahonda sus problemas internos. Un Tribunal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) determinó que el asalto a la sede diplomática mexicana en Quito, hace una semana, para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, fue una acción «ilegal y arbitraria». No existió una autorización de la embajada para ser allanada. La jueza Mónica Heredia dispuso no obstante que el estrecho colaborador del expresidente Rafael Correa siga en la cárcel porque debe cumplir una pena pendiente de ocho años por corrupción. «Esto es un triunfo, pero igual apelaremos», señalaron los abogados de Glas.
El dictamen no fue del agrado del presidente Daniel Noboa, quien, siete días después de un episodio que ha derivado en la ruptura de relaciones con México y la condena regional en sus foros más importantes, encuentra que la justicia tampoco lo blinda. La magistrada Heredia consideró que el arresto no cumplió con las formalidades de comunicar previamente a la embajada sobre la decisión que se iba a tomar. La jueza estimó a su vez en su dictamen que fueron también violados los derechos de Glas. El exvicepresidente se encontraba en la residencia en calidad de refugiado político y alegaba ser objeto de persecución por parte de las autoridades de su país.
El dirigente correista se había refugiado en la legación diplomática mexicana a mediados de diciembre. Se encuentra ahora en una cárcel de máxima seguridad de la ciudad portuaria de Guayaquil. La defensa de Glas ha presentado un habeas corpus busca restituir su libertad. Entre la noche del jueves y las primeras horas del viernes tuvo lugar una primera audiencia para resolver ese pedido. Se expusieron informes y testimonios, tanto de los abogados de Glas como del personal policial involucrado en el operativo. El exvicepresidente contó por vía telemática las escenas de violencia de las que fue objeto durante su captura. Insistió en considerarse un perseguido político. Subrayó que los delitos por los cuales ha sido condenado forman parte de un intento de persecución.
Reclamo mexicanoEn este contexto, México entregó al secretario general adjunto de Asuntos Jurídicos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) su denuncia por la embestida de la policía ecuatoriana en un territorio soberano. La carta, se explicó oficialmente, ha sido dirigida al secretario general António Guterres y se sostiene que el asalto de los agentes de seguridad violó la Convención de Viena y atentó contra la dignidad del personal diplomático. El pasado jueves, México había presentado ante la Corte Internacional de Justicia un pedido de sanciones a Ecuador.