La empresa de automoción QEV, heredera de Nissan en Zona Franca, ultima su fusión con el fondo de inversión SPAC, controlado por el banquero madrileño Jorge Lucaya. La primera aspira a sumar el músculo financiero de la segunda y así poder ampliar las promesas con las que logró adjudicarse los terrenos de la antigua fábrica del gigante nipón en la periferia barcelonesa.
La previsión publicitada por ambas compañías es formalizar la firma de la fusión antes del 31 de julio y su intención es llevarse la sociedad resultante a cotizar a Ámsterdam, tal como han anunciado en un comunicado este jueves. En este sentido, seguirá los pasos de Ferrovial, que recientemente trasladó su sede social a Países Bajos para cotizar allí en bolsa. «QEV seguirá con sede social y fiscal en Catalunya, pero la propietaria será una empresa que cotitza a Holanda», apuntan desde la compañía.
El futuro del sucesor de Nissan va cogiendo forma. QEV, una compañía dedicada a diseñar unos pocos coches eléctricos para la competición deportiva, logró convencer a la Generalitat de Catalunya y al Ministerio de Industria de que ellos podían cubrir parte del vacío que dejaba Nissan. Formalizaron el acuerdo este marzo, tras más de dos años de proceso de selección, y así pudieron hacerse con los terrenos que antaño ocupó el gigante nipón. Al igual que con una patente para fabricar una versión modificada de la ‘pick-up’ NV-200, mientras se preparan para poder ensamblar su propia flota de furgonetas eléctricas Zeroid.
Sobre ese terreno y con esos mimbres, QEV da ahora un paso más para buscar la financiación que le permita escalar su negocio. Ya contaron con el grupo inmologístico Goodman para cerrar la operación de Zona Franca y ahora han encontrado nuevos aliados en SPAC, un fondo de inversión que espera ser «un socio valioso para una empresa europea de alto crecimiento», según se definen en su comunicado de este jueves.
SPAC viene pilotado por el banquero Jorge Lucaya, con 35 años de experiencia en grandes operaciones, una de las más recientes fue la venta de Abertis a ACS y Atlantia. Varias informaciones le sitúan en el círculo íntimo de Isidre Fainé y que le ha asesorado en diversas operaciones de Fundación La Caixa.
El objetivo de la fusión QEV-SPAC es llegar a vender «alrededor de 16.000 vehículos eléctricos para 2027». Y, según los cálculos preliminares realizados por las mismas sociedades, la valoración implícita de la nueva empresa, que se llamará QEV N.V., será de 209 millones de euros.
