Los fiscales del máximo tribunal penal de España han iniciado una investigación preliminar para determinar si el beso no solicitado de Luis Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso podría constituir agresión sexual.
Su decisión se produjo cuando la madre del asediado jefe de fútbol dijo que se había encerrado en una iglesia y estaba en huelga de hambre por lo que describió como la caza «inhumana y sanguinaria» de su hijo.
El lunes, más de una semana después de que el presidente de la federación española de fútbol agarrara a Hermosa por la cabeza y le plantara un beso en los labios, los fiscales dijeron que estaban investigando el incidente en medio de preocupaciones de que pudiera haber motivos para cargos de agresión sexual.
La decisión del tribunal se tomó a la luz del «carácter inequívoco» de las declaraciones de Hermoso, afirmó en un comunicado visto por la AFP: «Ante las declaraciones públicas de Jennifer Hermoso, el acto sexual al que fue sometida por Rubiales no fue consentido».
Como parte del desafío legal, a Hermoso se le ofrecería la oportunidad de presentar una denuncia formal dentro de 15 días, añadió el tribunal.
Cuando el vídeo del beso provocó revuelo en España y en todo el mundo, Rubiales prometió permanecer como presidente de la federación española de fútbol. El sábado, la FIFA anunció que lo había suspendido provisionalmente por 90 días, ordenándole a él y a la federación abstenerse de cualquier contacto con Hermoso y sus allegados.
La madre de Rubiales se había encerrado en la iglesia de la Divina Pastora de la ciudad de Motril, decidiendo permanecer allí con su hermana tras la marcha del párroco, informó este lunes la agencia Efe.
Ángeles Béjar, left, Luis Rubiales’s mother, at the entrance to the church in Motril, Granada. Photograph: Alba Feixas/EPAÁngeles Béjar dijo que planeaba permanecer en la iglesia “indefinidamente, día y noche”, y agregó que se había declarado en huelga de hambre hasta que se encontrara una solución a lo que calificó como la “cacería injustificada, inhumana y sanguinaria” de su hijo.
El gesto de Rubiales y su conducta en los días posteriores a la victoria de la Roja en el Mundial han sido condenados por políticos que van desde el primer ministro en funciones de España, Pedro Sánchez –que describió el beso como un “gesto inaceptable”– hasta un portavoz del conservador Partido Popular. Los clubes de fútbol más poderosos del país, desde el Real Madrid hasta el Barcelona, también han criticado el comportamiento de Rubiales.
El viernes, Rubiales, de 46 años, buscó retratar el beso como consensuado, alegando que le había pedido a Hermoso si podía darle un beso y que ella le había respondido: “Está bien”.
Hermoso rechazó posteriormente cualquier sugerencia de que el beso fuera consentido. Calificó las palabras de Rubiales como “categóricamente falsas” y dijo que la “conversación no se produjo”.
Dijo que la situación la había dejado sintiéndose “vulnerable y víctima de agresión”. En su comunicado calificó el beso como “un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. En resumen, no me respetaban”.
La declaración de Hermoso se produjo horas después de que Rubiales arremetiera contra el “falso feminismo” y lamentara lo que calificó de “asesinato social”. La federación dijo más tarde en un comunicado que Rubiales buscaría «defenderse legalmente» para demostrar «su total inocencia».
‘No dimitiré’: Luis Rubiales se niega a dimitir como presidente de la Federación Española – vídeoHablando el lunes, su madre tocó la misma nota. “¿Por qué se desquitan con él?” preguntó a Efe. Pidió al público que comprenda su difícil situación, argumentando que este tipo de situación le puede pasar a cualquiera.
Describió a su hijo como “incapaz de lastimar a nadie” y respaldó su visión de lo sucedido durante el beso. “No hay abuso sexual ya que hay consentimiento de ambas partes, como lo demuestran las imágenes”.
La semana pasada, Rubiales se encontró en el centro de nuevas acusaciones de misoginia después de que la directora general del sindicato de jugadores Futbolistas ON, Tamara Ramos, alegara que Rubiales le había hecho comentarios obscenos cuando trabajaban juntos en la asociación de futbolistas españoles, incluso preguntando qué color era su ropa interior.
Las acusaciones han sido negadas rotundamente por la Federación Española de Fútbol.