Remó en La Sotera desde que era cadete e incluso bogó en la Bandera de La Concha. Es su pasión y de su práctica y disfrute se empapó de varias cualidades: trabajo, esfuerzo, disciplina, sufrimiento y equipo. Un compendio para dar la mejor ciaboga si alcanza la Lehendakaritza. “Así entiendo yo la vida y la política”, se sincera Imanol Pradales Gil (Santurtzi, 1975), el candidato propuesto por el PNV para suceder a Iñigo Urkullu. Curiosamente, a medio camino de completar la EGB tuvo de maisu en la Ikastola Asti-Leku al actual jefe del Ejecutivo vasco, uno de sus principales referentes, “la persona cuyo ejemplo me animó a dar el salto al servicio público”. La terna de espejos donde mirarse la completan el lehendakari Aguirre, “el gran inspirador”; Xabier Arzalluz, “el mejor orador”; y José Luis Bilbao, “animal político y grandísima persona”.
Hijo de Manu y Rosi, que se afiliaron al PNV el mismo día de 1976, es el mayor de cuatro hermanos y se crió en el seno de un hogar trabajador en el barrio de Mamariga, en Santurtzi, una familia como tantas otras que en los 80 cayó en las garras del desempleo, trabajando su padre “de lo que saliera” hasta encontrar un puesto en un almacén de Gasteiz al que acudía a diario siempre en autobús. “Imanol es el típico caso de ese chaval de barrio que sale adelante a base de esfuerzo, sacrificio y talento, sin olvidar sus orígenes”, le define un amigo muy cercano. Su adhesión al PNV le corría ya por las venas. Su aita militó en la clandestinidad y fue miembro de la primera Junta Municipal de Santurtzi, un poso que llevó a su hijo a estudiar Ciencias Políticas y Sociología por entusiasmo más que pensando en dedicarse en activo a ello. “Recuerdo la campa de Salburua, la fuerza de Arzalluz, subir los viernes en autobús a la acampada de EGI”, rememora Pradales, que luego, metido de lleno, ha tenido un papel relevante en los dos principales procesos de la formación jeltzale en las dos últimas décadas: Think Gaur y Entzunez Eraiki.
Promotor del euskera Aunque sus padres no hablaban euskera, inculcaron a sus hijos esta necesidad en una zona que entonces no era tan euskaldun, por lo que pasó dos veranos en Igorre para perfeccionar el idioma. “Hoy ejerce como defensor a ultranza y promotor activo del euskera en Ezkerraldea”, afirma una alderdikide. Tras completar el COU, Pradales se matricula en la Universidad de Deusto, becado y gracias “a la generosidad de mi aitite Manuel, el padre de mi aita, que había luchado en la Guerra Civil en el bando perdedor. En el bombardeo de Otxandiano perdió a su hermano y a él le hirieron. En los 90, el PNV logró que el Estado indemnizara a los supervivientes y nos dio aquella cantidad para que yo pudiera matricularme”. Terminada la carrera y su tesis doctoral, pasa a ejercer de profesor universitario. “En 2005, Urkullu, que estaba ya al frente del BBB, me llamó para pedirme una reflexión, un papel, sobre el tema al que había dedicado mi tesis, Empleo y Competitividad. Más adelante me pediría otro… y así me animó a que me comprometiera más con el partido”. “Yo estaba muy a gusto ejerciendo de profesor en Deusto a mis 30 años pero decidí dar el paso y aquí estoy”, indica. En el reciente proceso de reflexión del PNV, “desde la primera reunión, si algo me impresionó fue el conocimiento de los temas, capacidad de escucha y solvencia dialéctica de Pradales”, recuerda una representante del tejido económico vasco que participó en él.
Casado con Laura, a quien conoció en el mundo del remo, y con una hija de dos años, reside en Portugalete desde 2005, con la lectura, la música y el deporte como aficiones. “Leo mucho, hasta el punto que colonizo la casa con libros”. Y mientras pasa las hojas, de fondo suenan Benito Lertxundi, Fito, Xabier Lete, Hertzainak, Dire Straits o Bruce Springsteen, y narra cómo poner en valor la vuelta que ha experimentado su comarca con inversiones que muchas veces “no se ven pero importantísimas. El saneamiento de la ría, la gestión de las aguas residuales o los controles de los vertidos contaminantes”. Imanol Pradales, juventud y experiencia para trasladar a los más jóvenes el mensaje del PNV.