Jorge Vilda dice que no merecía ser despedido como seleccionador de España dos semanas después de ganar la Copa Mundial Femenina. El jugador de 42 años, que fue despedido el martes, también negó las acusaciones de que intentó presionar a Jenni Hermoso para que defendiera a Luis Rubiales después de que el presidente ahora suspendido besara al centrocampista en los labios durante la ceremonia de entrega de medallas en Sydney.
“Después de todo lo conseguido, después de darlo todo trabajando, mi conciencia está tranquila: he dado el 100% durante 17 años y no entiendo [the decision]»No merecía mi despido», dijo Vilda. “El éxito de este equipo se valorará más con el tiempo. Me queda la duda de cuáles son los criterios futbolísticos que hacen que no siga como entrenador. Es una situación extraña. Lo que más duele es que mi honor y mi comportamiento sean cuestionados”.
Vilda, que era directora de fútbol femenino además de entrenadora, fue informada de su despido por Pedro Rocha, presidente interino de la Federación Española de Fútbol, durante una reunión celebrada en Las Rozas, 25 kilómetros al noroeste de Madrid. En una entrevista con la cadena de radio española Cadena Ser, dijo que la explicación que le habían dado era una “reorganización estructural”. Ha sido sustituido por su antigua asistente, Montse Tomé.
Vilda se había visto cada vez más presionada tras aplaudir a Rubiales durante un discurso en la asamblea de la federación en el que el presidente se negó a dimitir y afirmó que el beso durante la entrega de medallas había sido consentido, algo que Hermoso negó. Con el respaldo de Rubiales, Vilda había sobrevivido a un motín de 15 jugadores hace un año. Pero su posición se había vuelto insostenible en medio de las consecuencias de Sydney, cuando 81 futbolistas, incluidos los 23 miembros del equipo ganador de la Copa del Mundo, emitieron un comunicado diciendo que no jugarían para la selección nacional mientras los «administradores actuales» estuvieran en su lugar. . También dimitieron once de los 14 cuerpos técnicos, entre ellos Tomé.
Esa declaración de los jugadores, resumida en el hashtag se acabo (Se acabó), llegó tras el discurso en el que Rubiales afirmó que Hermoso había consentido el beso y denunció «falso feminismo». También le había ofrecido públicamente a Vilda un nuevo contrato, aumentando su salario de 170.000 euros (145.000 libras esterlinas) a 500.000 euros al año. Vilda estuvo entre los que se levantaron para aplaudir al presidente, pero al día siguiente, después de que Rubiales hubiera sido suspendido por la FIFA de todas las actividades relacionadas con el fútbol durante 90 días, emitió un comunicado propio describiendo el comportamiento del presidente con Hermoso como «inaceptable» y «inadecuado».
“Nunca aplaudiré nada machista, nunca aplaudiré nada que vaya en contra del feminismo, entendido como la lucha por la igualdad”, dijo Vilda la noche del martes. “No sabía lo que iba a pasar: pensábamos que iba a haber una dimisión. Hay mucha gente, estás en primera fila y es tu jefe el que da el discurso, y muchos de ellos van dirigidos a ti. En ese momento está diciendo públicamente que me prorroga el contrato y valora mi trabajo, y yo sí aplaudo.
Jenni Hermoso es felicitada por Jorge Vilda tras la victoria de España en la final del Mundial femenino. Fotografía: Alex Pantling/FIFA/Getty Images“Aplaudí también la gestión del fútbol femenino, donde [investment] se ha multiplicado por cuatro. El presupuesto para el fútbol femenino era de 3 millones de euros [a year]; ahora son 28 millones de euros. Solíamos ser cinco entrenadores; ahora son 14, más seis empleados temporales, 20 en total. tenemos una carta [plane], dos chefs, nutricionistas, lo tenemos todo. Desde que empecé en 2015 no me han dicho que no a ninguna petición. Además, es bastante difícil cuando 140, 150 personas se ponen de pie y aplauden para ser el único que no lo hace. Después quedas un poco en shock, reflexionas y piensas: ‘Nunca aplaudiría eso’”.
Vilda también negó las acusaciones de que había presionado a Hermoso para que apareciera en el video de disculpa grabado por Rubiales en Qatar durante la escala del vuelo de regreso a casa, en un intento de limitar las consecuencias. “Yo era la penúltima persona en la fila y no vi el beso de Rubiales. Cuando vi las imágenes me sorprendí. Es un acto inapropiado”, afirmó. “En el vuelo de vuelta, que dura 24 horas, hay muchos jugadores descansando. Hay conversaciones con jugadores, familias, pero no le pedí a Jenni que saliera a hablar”.
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El ex entrenador también rechazó las sugerencias de que debería haberse retirado cuando los 15 jugadores se retiraron por primera vez del equipo nacional creado en octubre del año pasado exigiendo mejoras en todos los ámbitos que, aunque nunca se expresaron explícitamente, incluían su destitución. Cuando se le preguntó si su despido se había producido porque no contaba con el apoyo de los jugadores, respondió: «No creo que puedas lograr lo que tenemos sin [the players] siguiendo al cuerpo técnico.
“No creo que debería haberme ido antes. Reconstruimos una situación difícil. Después del email de los 15 jugadores, pongo a disposición mi post [of the federation]. Rubiales habló con los jugadores y con su apoyo y el de todos [the players] tenemos esa estrella [as world champions],» él dijo.
“En términos deportivos lo acepto todo [that’s said], o casi todo. A nivel personal, creo que la gente ha sido injusta conmigo. Ha sido un año especial. Directamente nunca se ha dicho nada pero indirectamente se han dicho cosas que no encajan conmigo en absoluto. Se han dicho cosas que no son ciertas. Nadie dijo nunca, nadie con nombre y apellido, que Jorge Vilda es esto o ha hecho aquello. Hasta ahora no ha salido absolutamente nadie. Llevo 17 años luchando por el fútbol femenino, por los valores del respeto, la igualdad, el trabajo en equipo y el comportamiento deportivo”.