Si algo te funciona, no lo toques. Esta es la idea de Hyundai España en su política comercial, especialmente cuando hablamos de la red, y es que en 2022 la marca coreana consiguió una facturación de 1.131 millones de euros, lo que eleva sus cifras de 2021 en un 21,4% y dejó la rentabilidad de sus concesionarios en un 3%. Hyundai logró una penetración de cuota del 7,3% en España de media.
El tercer fabricante mundial (como compañía, osea uniendo Hyundai, Kia y Genesis) también ocupó este puesto en España el pasado año, vendiendo casi 60.000 coches (era el objetivo) y marcando una cuota particular del 11%. En estos buenos resultados hay ‘culpabilizar’ al Tucson, su modelo estrella, que supuso 21.900 unidades, siendo el coche más vendido en España
Polo Satrústegui, director general de la compañía en España, apuntó en un encuentro con la prensa que la marca “ha cerrado un año récord. Ofrecemos una gama muy completa y somos los únicos en disponer de cinco tecnologías (incluyendo el hidrógeno). En 2023 esperamos crecer más, con la llegada de modelos como el nuevo Kona y el Ioniq6. También potencieramos nuestra división Mocean (carsharing) y esperamos consolidar los buenos resultados”.
Hyundai lanzará 12 modelos hasta 2025, electrificados todos, y para esa fecha esperan ser el tercer fabricante mundial de coches eléctricos. Para ello, la compañía tiene un plan a 2030 de invertir 15.000 millones de euros, lo que les puede llevar en esa fecha a vender 1,87 millones de coches eléctricos en todo el mundo. En 2025 la marca confía en despachar 560.000 eléctricos puros y 110.000 unidades de hidrógeno (Nexo).
No obstante, pese a la hoja de ruta clara de la compañía, Polo Satrústegui tiene claro que en España va a costar mucho más. “Tenemos el plan Moves que está bien pero que no acaba de funcionar como debiera. Al ir asignándose los fondos por comunidades es más complicado. Se debería subir el límite y las ayudas para la compra de eléctricos, por ejemplo, deberían estar exentas del impuesto sobre la renta. También habría que pensar en las empresas que podrían tener alguna ventaja fiscal, algún tipo de bonificación, y sobre todo será esencial que esas ayudas llegaran en el momento de la compra, no un año mas tarde”, reconoce el responsable de la marca en España.
Mención a parte, en esta lentitud de la electrificación en nuestro país, merece el despliegue de los puntos de recarga. “De los 45.000 que se tendrían que haber instalado hasta 2022 solo hay unos 17.000, de los cuales muchos no están conectados a la espera de se acabe la burocracia de puesta en marcha. No tenemos un sistema ágil, y eso no ayuda nada. No es normal. No se compran coches eléctricos también porque la gente tiene dudas en dónde cargarlos”, sentencia Satrustegui.