Tras la inauguración de la sexta edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, a cargo del rey Felipe VI y la entrega del premio Josep Piqué al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tuvo lugar la ya tradicional mesa redonda entre los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy, que, en este caso, contó también con la participación del presidente electo del Consejo Europeo y ex primer ministro de Portugal, António Costa.
El tema central para el que estaban llamados a conversar era la competitividad y la gobernanza en el marco de la Unión Europea, a las puertas del inicio de una nueva legislatura en el ente comunitario. Sin embargo, González y Rajoy sorprendieron llamando a la necesidad de “resetear” la Constitución del 1978. “Es la primera vez que lo digo en público”, bromeaba el expresidente socialista.
“En España la concentración del voto en las dos fuerzas políticas fundamentales -el PP y el PSOE- es la misma hoy que hace 30 años”, apuntó González, que se basó en estos porcentajes de apoyo para afirmar que “la polarización viene de arriba a abajo, no de abajo a arriba. La gente quiere que los grandes partidos lleguen a acuerdos”.
Un posible pacto sería el de una reforma de la Carta Magna que defendió González, que, si bien no incidió en cuáles serían las modificaciones precisas -tan solo afirmó que el Senado “no es una cámara de representación territorial”, como allí se recoge-, aseguró que debe preservar la integridad territorial de España. “Después hablamos de todo lo demás”, señaló González, que en un momento se dirigió a Alberto Núñez Feijóo para afirmar “te pongas como te pongas, vais a tener que llegar a acuerdos”.
Mariano Rajoy recogió el guante y aseguró estar de acuerdo con su homólogo. “No ha habido ninguna elección donde la primera fuerza política y la segunda no fueran el PP y el PSOE. En España surgen partidos con facilidad, pero con la misma se caen. ¿Aquí alguien se acuerda de UpyD?”, preguntó el pontevedrés, provocando risas en el público congregado en A Toxa, para posteriormente recordar que luego llegó “la caída de Ciudadanos y Podemos y alguna más llegará, pero no voy a decir cuál para que nadie se enfade conmigo”, volvió a bromear en una velada alusión al partido de Abascal.
El exjefe del Ejecutivo popular considera que el bipartidismo ha estado detrás de las mejores fases de la historia democrática española: Constitución, entrada en la UE, llegada del euro o la aprobación de los Estatutos de Autonomía –“con alguna excepción”, en clara alusión a la reforma del texto catalán en 2006–.
En opinión de Rajoy, han sido precisamente los pactos del PSOE con las fuerzas soberanistas los que han roto ese camino de consensos entre las grandes fuerzas. “El día que el Frankenstein se instaló en España nació el problema”, afirmó.
Por su parte, António Costa apuntó entre risas que no iba a hablar de España, si bien afirmó que, en sentido opuesto a la creencia popular y tal y como afirmaba Maurice Duverger, “el bipartidismo es un factor de moderación en los sistemas políticos, ya que si dos partidos están compitiendo entre sí, el espacio por el que luchan es el del centro”.
“Europa siempre parece estar peor de lo que está efectivamente”, asegura CostaA pesar de la relevancia de las palabras de los expresidentes del Gobierno con respecto a la política estatal hubo tiempo también para debatir cuáles son los retos a futuro para la Unión Europea, a las puertas del inicio de una nueva legislatura en el ente comunitario en la que el luso António Costa estará al frente del Consejo Europeo.
“Europa siempre parece estar peor de lo que está efectivamente”, aseguró Costa, que puso en valor como a lo largo de los últimos cinco años en la UE se han logrado importantes consensos, tanto entre los 27 Estados miembros como entre las diferentes fuerzas políticas presentes en la Comisión, para superar la crisis sanitaria y económica que supuso el covid, así como para imponer a Rusia “catorce paquetes de sanciones” por la invasión de Ucrania.
El expresidente Rajoy compartió el diagnóstico del luso. “Tampoco estamos tan mal”, afirmó. Si bien, el popular consideró que Europa pierde competitividad, fundamentalmente con Estados Unidos, por el exceso de impuestos y regulación. Ejemplificó este exceso legislativo en la directiva europea que ha unido el tapón a las botellas de plástico, por culpa de la cual Rajoy se puso hace unos meses “como un cristo”.
González, que previamente había hecho un repaso de la historia de la Unión, compartió esta visión con el expresidente popular al afirmar que “Europa es el mejor lugar del mundo para vivir pero no para competir”.
A pesar de sus reticencias con la política del tapón, Rajoy afirmó que la UE continúa hoy cumpliendo con la motivo de su fundación, “es un espacio de paz y de democracias liberales”, a lo que añadió la sustancial mejora que supuesto para “las infraestructuras” en los diferentes Estados.
El expresidente luso identificó uno a uno cuáles son los retos que la Unión tiene por delante de cara a los próximos cinco años. “Debemos tener en cuenta que Europa se enfrenta a dos amenazas existenciales que hay que afrontar: la de la seguridad y defensa y la de la competitividad”, afirmó Costa. El presidente electo del Consejo Europeo aseguró además que la UE no puede retrasar su “agrandamiento” con los países bálticos, Moldavia y Ucrania “cuando pueda decidir libremente lo que quiere hacer”.
Muchos desafíos que asumir, pero ante los que Costa se mostró optimista: “Los retos son múltiples pero lo más importante es ser consciente ellos. Y yo creo que hoy lo somos más que nunca”.