Más de cinco mil personas optaron por vivir la tarde del jueves de Feria en La Malagueta. Tras la triunfal tarde vivida el día anterior, las figuras daban el testigo a los jóvenes aspirantes, cinco muchachos cargados de ilusión que soñaban con un puesto en la final del XVI Certamen Internacional de Escuelas Taurinas.
La juventud no solo estaba en el ruedo, también en unos tendidos repletos de niños y adolescentes que vivían con pasión todo cuanto sucedía sobre el albero; haciendo suyos sus éxitos y sus fracasos.
Abría el cartel el alumno de la Escuela de Algeciras Alejandro Duarte, que le correspondió en suerte un novillo con el hierro de Hermanos Sampedro muy noble, con una lenta embestida a la mexicana que supo acompañar en tandas templadas por ambos pitones. Demostró ser ya un novillero con el oficio aprendido, con raza en los desplantes, y capaz de recetarle una buena estocada de efecto fulminante que le valió la concesión de la primera oreja del certamen.
Alejandro Duarte G. Marrrero
Muy mala suerte tuvo el alumno del Centro de Alto Rendimiento de Toreros CITAR Kevin Loyos. El eral de Reservatauro que le correspondió se golpeaba violentamente la testuz con las tablas al salir, una circunstancia que acusó en exceso ya que resultaba imposible mantenerlo en pie. Mostró voluntad a raudales, pero era algo imposible. En su haber hay que resaltar el quite que le instrumentaba al novillo de su compañero anterior, lleno de pundonor y disposición al cerrarlo con un afarolado de rodillas.
Se fue El Gali, representante de la Escuela Taurina de la Diputación de Málaga, a la puerta de chiqueros a recibir a portagayola al que le correspondió de Hermanos Sampedro, para seguir con verónicas mirando al tendido muy jaleadas. Vivió un duelo de quites por gaoneras con Dennis Martín. Le pudo pesar al novillo todos esos capotazos que le dieron, y aún siendo noble, protestó mucho al llegar a la muleta. Lo puso todo el novillero, con coraje y pundonor, en una faena vistosa rubricada con una buena estocada y que tuvo el premio de una oreja.
El Gali G. Marerro
El alumno de la Escuela Taurina de Almería Dennis Martín domina todos los tercios. Estuvo vistoso nuevamente con el capote, alegre en banderillas, y al tomar la franela el público estaba expectante por ver qué era capaz de hacerle al de Reservatauro. Inicio explosivo con dos pases cambiados por la espalda de rodillas a un animal con calidad y transmisión. Dispuesto a todo, abundó en desplantes y alardes de valor. La perfecta definición de lo que es estar en novillero. Habría tocado pelo de no haber estado desafortunado con los aceros.
Cerraba cartel Sergio Valderrama, de la Escuela de Antequera, más novel y que se mostró dispuesto a pesar de ser volteado en dos ocasiones. En todos los casos se repuso para volver a la cara del toro para expresar su voluntad de evolucionar en esta difícil profesión que ha elegido.