Las autoridades nigerianas han informado este jueves de que han ascendido a cinco los muertos a causa de una explosión registrada en la capital del estado de Oyo, Idaban, en el suroeste del país, después de que un primer balance apuntara a dos fallecidos y cerca de 80 heridos.
«La operación de rescate aún está en curso. Hasta ayer (miércoles) tuvimos tres víctimas, pero esta mañana recibí información de los agentes de seguridad que apoyaban al equipo médico (informando) de que han recuperado dos cadáveres más», ha explicado en una rueda de prensa el asesor especial de seguridad de gobernador, Fatai Owoseni.
La explosión, que según el gobierno estatal fue causada por explosivos almacenados por mineros ilegales que vivían en la zona, dejó además varias casas, propiedades y automóviles destruidos. La unidad de eliminación de artefactos explosivos está reuniendo información para «garantizar que quienquiera que esté directa o remotamente relacionado con este incidente sea llevado a la justicia», ha agregado.
El gobernador, Seyi Makinde, que ha estado visitando a las víctimas, ha aseverado que los autores de este «acto atroz» se enfrentarán a la justicia», mientras que el Ejército nigeriano ha declarado que la explosión no ha sido obra de terroristas, informa el periódico nigeriano ‘Punch’. El día anterior, Makinde afirmó que los gastos médicos de los heridos serán cubiertos por las autoridades y señaló que los que han perdido su hogar a causa de la deflagración recibirán un alojamiento temporal hasta que se halle una solución.