La directora Eva Libertad y la actriz Miriam Garlo son hermanas, y han rodado juntas dos películas que comparten título. La primera es el cortometraje ‘Sorda’ (2021), codirigido con Nuria Martín y en su día nominado al Goya; la segunda, ‘Sorda’, es el único largometraje español que este año forma parte de la programación de la Berlinale, fuera de competición. Ambas ficciones están inspiradas en una realidad, la sordera que sobrevino a Garlo cuando tenía siete años.
“El proyecto nació cuando Miriam empezó a plantearse la idea de ser madre, y compartió conmigo las inseguridades y temores que le planteaba la posibilidad de una maternidad sorda en un mundo mayoritariamente oyente”, explica Libertad. “Cuando terminamos el corto, sentí que faltaba mucho por contar acerca del vínculo entre el mundo sordo y el mundo oyente, y de las dificultades que mantenerlo entraña”.
Incomprensión e impotenciaLa versión presentada este sábado en el certamen alemán cuenta la historia de Ángela –encarnada por Marlo, la primera actriz sorda que protagoniza una producción española–, una mujer que afronta la maternidad junto a su pareja oyente, Héctor (Álvaro Cervantes). A pesar de que él está habituado a comunicarse en lengua de signos, desde el embarazo afloran en Ángela inseguridades y rechazos que creía superados en su vida, y que tienen que ver con la incomprensión y la impotencia que la sordera sigue generando en nuestro presente.
“En esta sociedad actual no se nos sensibiliza ni se nos educa para que nos relacionemos de manera saludable y constructiva con la gente diferente, ni para que entendamos la diversidad”, opina Libertad. “Y, si hablamos específicamente de las personas sordas, está claro que se les siguen imponiendo barreras que otras minorías, como las basadas en la raza o en la identidad sexual, ya han superado; creo que hay un gran desconocimiento institucional y educacional al respecto de cómo eliminarlas”.