Pedro Sánchez reiteró en la rueda de prensa de balance sobre su viaje institucional a China que el «Gobierno no va a renunciar a su agenda», en referencia a la amenaza de bloqueo legislativo. Unas horas después, el Congreso dibujaba un difícil arranque del curso político al Gobierno, con el PNV y Coalición Canaria, que votaron a favor de la investidura de Sánchez, sumándose al PP para instar al Ejecutivo a reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Al comienzo del pleno, durante la sesión de control al Gobierno, Junts ya trasladó la amenaza de tumbar de nuevo la senda de estabilidad, paso previo para los Presupuestos de 2025.
«Lo que se ve es lo que hay», explican fuentes del Ejecutivo respecto a la posición de los posconvergentes. Si bien descartan que hay «contactos», se preparan ya para resistir en caso de no aprobar Presupuestos. «No parece que vayan a cambiar de posición», señalan por su parte fuentes parlamentarias socialistas.
Los socios parlamentarios no ven viable estirar la legislatura sin cuentas públicas y con un bloque de investidura que parece quebrarse más allá de los posconvergentes. Tras la sesión de control al Gobierno, desde uno de estos grupos avisaban que si el Ejecutivo no cambiaba de actitud se profundizaría el bloqueo parlamentario. «No se sostiene en el tiempo»; «hoy los he visto en la lona», trasladaban las mismas fuentes.
Además de las tiranteces que el PNV mostró con el Gobierno en las votaciones, en la sesión de control lo acusó de incumplir su palabra por no haber regulado todavía la prestación por crianza y el permiso parental retribuido. «La falta de asunción de los compromisos por parte del Gobierno genera frustración y complica la conciliación», recriminó la diputada del grupo vasco, Maribel Vaquero.
Desde Moncloa señalan que la relación con los nacionalistas vascos no cambia por el choque respecto a la posición sobre Venezuela. Los socialistas siempre destacan que su alianza con el PNV es «estratégica» y se fortalece con la presencia del PSE-EE en el Gobierno vasco. Desde el PNV muestran disposición a apoyar las cuentas públicas y dan cuenta de que ya habían cerrado una buena parte de su acuerdo antes de que el Ejecutivo decidiese prorrogar los Presupuestos tras el adelanto electoral en Cataluña.
La amenaza de Coalición CanariaLo que sí ponen en duda es su aprobación a la espera de ver «qué predisposición tienen el resto de grupos parlamentarios». A la incertidumbre sobre la estrategia que seguirá Junts, condicionada en parte por el congreso que afrontará la formación a finales de noviembre, se ha sumado en los últimos días la amenaza de Coalición Canaria. La situación de los menores migrantes en Canarias ha elevado el choque entre el Gobierno central y el canario, agitando también el debate interno en la formación nacionalista canaria sobre si continuar dando su apoyo en el Congreso a Pedro Sánchez.
La diputada de esta formación, Cristina Valido, advirtió la pasada semana que su voto en el Congreso «puede ser determinante en los Presupuestos, en comisiones y comisiones de investigación, así como en otros espacios. Y cuando el voto sea ponderado, mi voto vale ocho como representante del grupo mixto». Durante una rueda de prensa junto a otros dirigentes de la formación canaria, recogida por EFE, Valido reivindicó que “mi voto vale más que los del PNV, Junts o Esquerra y el PSOE tiene que recordar que han firmado un acuerdo”.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, elevó por su parte el tono de la amenaza al hablar de “incumplimientos” en la agenda canaria y referirse a un “debate interno” para replantearse el apoyo al Gobierno. En el Gobierno hace el análisis de que Claijo “está estrechando relaciones con sus socios de PP”. A cuenta de su propuesta conjunta con los populares, afean que se convierta la inmigración en un debate político y que se trata de disputar el terreno a Vox.
Ábalos se descuelgaOtro de los reflejos de la debilidad parlamentaria del Gobierno fue el desmarque del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en la primera votación del Congreso tras el arranque del curso político. El ahora diputado del grupo mixto tras su expulsión del grupo socialista tras estallar el caso Koldo, votó en contra de la posición del PSOE respecto al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo. Por otro, más llamativo todavía, se abstuvo en la moción del PP donde se criticaba el pacto fiscal con ERC para hacer president de la Generalitat a Salvador Illa. Ábalos asomaba también su amenaza tras asegurar el pasado lunes durante una entrevista en Onda Cero que «lo que no voy a hacer es seguidismo» del Gobierno. «Muchas de las votaciones que realizamos son más de oportunidad política que por convicción», argumentaba.
Frente a este contexto, y con los Presupuestos en el aire, en el Gobierno insisten en que no habrá adelante electoral. Sánchez ya avanzó en el Comité Federal del PSOE el pasado sábado que «vamos a avanzar con determinación, con o sin apoyo de la oposición, con o sin concurso del Poder Legislativo». Esa es la consigna y el próximo lunes está previsto que Pedro Sánchez presida una reunión de la interparlamentaria del PSOE para preparar a los suyos y subrayar este mensaje de resistencia.