Un juez del tribunal de Santa Mónica (Los Ángeles, EE.UU.) fijó este martes que el juicio por violación contra el director Roman Polanski se celebrará el 4 de agosto de 2025.
El cineasta, que no tendrá que asistir en persona por ser un proceso civil, se enfrenta a la demanda que presentó una mujer en junio del año pasado alegando que el creador de filmes como ‘The Pianist’ (‘El pianista’) (2002) la emborrachó con 16 años y abusó de ella inconsciente al llegar a la casa del director.
«La demandante recuerda que se despertó en la cama del demandado con él tumbado junto a ella (…) La demandante, aunque aturdida, le dijo al demandado: ‘Por favor, no lo hagas'», se describió en el documento judicial.
El incidente, ocurrido en 1973 y prescrito para un proceso penal, se produjo después de que ambos se conocieran en una fiesta y este la invitara a cenar en un restaurante de Los Ángeles.
Lo acontecido después, según la demanda, fue que ambos se desplazaron al domicilio del cineasta, pero este desatendió sus súplicas, la violó y llevó a la joven de regreso a su casa.
La demandante, que responde al nombre de Robin M., concedió este martes una rueda de prensa junto a Gloria Allred, abogada conocida por representar a mujeres en casos de alto perfil, en la que aseguró que no denunció a Polanski por «miedo» y que ahora busca que éste, al menos, admita su «responsabilidad».
«Me quedé callada porque no quise que mi padre fuera a hacer algo que lo mandara (a Polanski) a prisión por el resto de su vida», recordó Robin M., quien dijo haber contado lo sucedido a una amiga el mismo día de la supuesta violación.
Por su parte, Alexander Rufus-Isaacs, abogado del director afincado en París, emitió un comunicado este martes a la prensa de Hollywood limitándose a negar las acusaciones y a establecer que serán los tribunales quienes decidan el recorrido del caso.
Se prevé que durante los próximos meses ambas partes comiencen a presentar pruebas y declaraciones para reforzar sus versiones, pero tampoco se descarta que pueda resolverse con un acuerdo entre demandante y demandado antes de la fecha del juicio.
En 1977, el cineasta con nacionalidad francesa y polaca admitió haber tenido sexo ilícito con una menor -Samantha Geimer- y cumplió 42 días de cárcel, pero luego huyó como prófugo de la Justicia de Estados Unidos por temor a que el acuerdo de admisión de culpabilidad para reducir su condena fuera desechado.
Geimer solicitó en 2017 al tribunal de Los Ángeles donde, con un sinfín de idas y venidas, aún se buscaba la extradición de Polanski, que cerrara el caso porque quería concluir ese capítulo por «su bien y el de su familia», después de haber escrito incluso unas memorias con gran difusión comercial.
El año pasado, Geimer publicó una sonriente fotografía con Polanski en su cuenta de Instagram donde afirmaba que este ya había cumplido su «deuda con la sociedad», lo que desató una oleada de indignación en contra de su figura como víctima.
El oscarizado director, que ahora tiene 90 años, también se enfrenta actualmente a un juicio por difamación en París después de calificar como «mentira atroz» las acusaciones de la actriz británica Charlotte Lewis, que lo demandó en 2010 por agredirla sexualmente en 1984 cuando ella tenía 16 años.