El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha impuesto este miércoles la Gran Cruz de la Orden del Infante Don Henrique a Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, en reconocimiento a su compromiso personal durante décadas por potenciar las sinergias entre Portugal y España en los ámbitos bancario, industrial y social. Al acto de entrega de la distinción civil honorífica más importante del país, celebrado en el Palacio de Belem de Lisboa, también ha asistido Artur Santos Silva, patrono de la Fundación La Caixa y presidente honorario de BPI, filial lusa de CaixaBank.
Durante la ceremonia, el ejecutivo catalán ha expresado su agradecimiento al presidente de Portugal: «Es un gran honor para mí recibir una condecoración de esta importancia, con tanto peso histórico y que han recibido personalidades tan ilustres». Fainé ha enfatizado el compromiso de la Fundación La Caixa con el país luso: «Pueden seguir contando con mi compromiso personal y el de la institución a la que represento para contribuir en la medida que podamos al desarrollo conjunto de nuestros países».
La Fundación La Caixa tiene previsto invertir en 2023 un presupuesto de 50 millones de euros en Portugal en el desarrollo de programas sociales, educativos, culturales y de investigación médica que atiendan las principales prioridades del país, según ha resaltado en una nota. En el plano empresarial, el compromiso de la fundación con el país se articula a través de la participación de su ‘holding’, CriteriaCaixa, en CaixaBank (propietario del banco portugués BPI) y en otras compañías cotizadas portuguesas, como el grupo Sonae.
La Orden del Infante Don Henrique es, junto con la Orden de la Libertad, la distinción civil honorífica más importante de Portugal. Dentro de ella, la Gran Cruz es el segundo mayor grado, después del Gran Collar, que sólo reciben jefes de Estado. Entre las personas no portuguesas que han recibido la Gran Cruz a lo largo de estos años, se encuentran figuras como el fundador de Microsoft Bill Gates; la reina Sofía; el filólogo Fernando Lázaro Carreter; y los expresidentes de la Comisión Europea, Jacques Delors y Jean-Claude Juncker.
