La amistad sino-rusa ha sumado una página más con la visita de Li Qiang, el primer ministro chino, que llegó el pasado martes a Moscú. Voló hasta el corazón de Rusia para reunirse este miércoles tanto con su homólogo, Mijáil Mishustin, como con el presidente Vladímir Putin para buscar un entendimiento más profundo entre ambos pesos pesados en la arena internacional. Durante sus encuentros buscaron puntos en común y hacer piña a nivel global, y además firmaron cerca de 15 documentos sobre aspectos como aduanas o inversión. En la mesa había muchos más temas, como el comercio de hidrocarburos, el turismo entre ambos países o el impulso de industrias como la automobilística y la metalurgia.
Para un país como Rusia, que tiene en los hidrocarburos su gallina de los huevos de oro, es vital mantener los oleoductos y gaseoductos bombeando a plena potencia para hinchar las arcas del estado. Después del inicio de la guerra rusoucraniana, Moscú perdió a muchos socios comerciales, que pasaron a ser insignificantes o inexistentes, especialmente en el seno de la Unión Europea. Nada que ver con China, a la que la invasión de Ucrania no le preocupó tanto, que prefirió ponerse de perfil para mantener e incluso aumentar el consumo de hidrocarburos rusos y no puso ningún tipo de sanción a Moscú.
Las autoridades rusas buscan ser el primer exportador de gas natural para el gigante asiático. Así lo enfatizó este miércoles Putin, que señaló que Rusia pronto «alcanzará el primer puesto (en exportaciones a China) en gas natural». También detalló que actualmente su país «mantiene el liderazgo en exportaciones de petróleo» y aseguró que Pekín y Moscú están «discutiendo los términos de nuevas iniciativas a gran escala» sobre carbón, que pese al declive en su uso en comparación con otras energías no renovables, Rusia sigue extrayendo y vendiendo a China. Además, también abordaron otras áreas de trabajo conjunto como proyectos de construcción aeronáutica, la industria química, la metalúrgica, la automobilística, entre otras.
Al margen de la economía, ambos países aprovecharon el encuentro para profundizar en sus relaciones, tal y como evidencian las palabras de Li Qiang. «Nuestra cooperación multifacética muestra una enorme resistencia», aseveró ante los periodistas presentes. Añadió que la amistad entre Pekín y Moscú es «sólida, fuerte e inquebrantable, y es nuestro valioso patrimonio común».
Mantener las buenas relaciones con China es algo que Putin ve como una victoria. Durante su encuentro con Li el mandatario ruso remarcó el interés del gigante asiático en aumentar las relaciones comerciales entre ambos países. «Están creciendo, también gracias a los esfuerzos de nuestros amigos chinos. La atención que los gobiernos de ambas partes prestan a los lazos comerciales y económicos está dando resultados», explicó el hombre fuerte del Kremlin tras la reunón con el primer ministro chino.
Turistas chinosAl ser tan extenso y tener una población relativamente grande, el sector turístico ruso cuenta con un importante mercado de visitantes nacionales, algo reforzado desde el inicio de la guerra y que las mismas autoridades fomentan tras el descenso de viajeros del extranjero. Uno de los pocos países que sigue mandando turistas ataviados con cámaras y palos selfie es China. Tanto en la misma capital de Rusia, en menor cantidad, como las ciudades cercanas a la frontera como Vladivostok o Khavarovsk. El primer ministro ruso remarcó en la reunión que «el año pasado el número de viajes turísticos entre ambos países superó el millón de personas».
Según datos del medio chino ‘Global Times’, en 2023 hubo 223.000 chinos viajaron a Rusia para hacer turismo. «Para finales de diciembre esperamos duplicar la cifra. Todo ello contribuye a que nuestros ciudadanos se comuniquen más y se entiendan mejor», añadió Mishustin.
El primer ministro ruso también destacó que actualmente cerca de 90.000 estudiantes rusos están estudiando chino.
La última vez que se encontraron los jefes de Gobierno de Rusia y China fue el 19 de diciembre de 2023 en Pekín, momento en el que Mishustin invitó a su homólogo a devolverle la visita.