Los padres agotados por las súplicas de barriles de palomitas de maíz, los ciudadanos respetuosos de la ley sudando por los dulces de contrabando en sus bolsillos, y cualquier otra persona harta de gastar más en bebidas y refrigerios que en entradas de cine pueden estar tranquilos. Si, eso sí, viven en determinadas zonas de España.
El departamento de consumo del País Vasco, Kontsumobide, ha multado a Yelmo, la gran cadena de cines española, con 30.000 euros por negar la entrada a los clientes que compran su comida y bebida fuera de sus locales.
Kontsumobide decidió multar a Yelmo después de que la filial vasca del grupo de defensa del consumidor Facua denunciara a la cadena de cines ante el Gobierno regional, argumentando que su política de prohibición de alimentos y bebidas no compradas en sus establecimientos era contractualmente injusta.
Yelmo tiene una estricta prohibición de productos externos, advirtiendo en internet y en salas que “la compañía no permite el acceso a estos locales con comida y/o bebida adquirida fuera de Yelmo, permitiéndonos reservarnos el derecho de denegar la entrada”.
Sin embargo, el grupo de consumidores argumentó que, dado que la actividad principal de un cine es proyectar películas y no ofrecer servicios de comida, «no es válido que utilicen esta excusa para negar la entrada a personas que han comprado comida y bebida afuera, especialmente cuando la comida puede ser comprados dentro de sus propios locales”.
Es decir, añade, Yelmo no puede comportarse como un restaurante ya que “la actividad cinematográfica existe independientemente de que una empresa ofrezca o no un servicio de comidas y bebidas”.
La filial madrileña de Facua también ha demandado a Yelmo por el mismo motivo, alegando que la prohibición de alimentos y bebidas del exterior es injusta y limita los derechos de los consumidores.
El grupo de consumidores señala que el Tribunal Superior de la región central de Castilla-La Mancha ha dictaminado que tales prohibiciones limitan la elección del cliente, y que una ley de protección al consumidor de 2007 define las cláusulas abusivas como cualquier práctica que conduzca a «un desequilibrio importante cuando se trata de a los derechos y deberes de las partes en un contrato”.
El secretario general de Facua, Rubén Sánchez, afirmó que el grupo había emprendido con éxito acciones legales contra otras cadenas de cines en otros lugares de España por el mismo motivo. “Es una especie de monopolio que te obliga a consumir en el mismo espacio y a gastar hasta 20 veces más en un producto”, dijo a El País.
Un portavoz de Kontsumobide dijo que Yelmo podría apelar la sentencia.
La cadena de cines, que también destacó que la multa no es definitiva, afirmó: «Queremos señalar que los Cines Yelmo siempre actúan de acuerdo con la legislación vigente y que nos adaptamos a las especificaciones legales de cada región para poder asegurar la viabilidad de una oferta de ocio única y diferente”.