La leyenda del fútbol falleció el pasado 7 de enero, a los 78 años, tras sufrir diversos problemas de salud.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, rindió homenaje el viernes a Franz Beckenbauer en una ceremonia conmemorativa dedicada al jugador y entrenador conocido como «Der Kaiser».
Steinmeyer habló del acento «ligeramente bávaro» del hombre al que llamó «el embajador más popular de Alemania» y dijo que Beckenbauer haría que los ángeles jugaran al fútbol en el cielo:
«No sé si los ángeles del cielo practican deporte. Pero si lo hacen, seguro que en los últimos días habrán oído esta nueva voz que suena un poco bávara: «¡Salid a jugar al fútbol!», dijo el 68 años en su discurso fúnebre «Una voz que todos conocemos y que ahora extrañaremos para siempre. La voz del Káiser. La voz de Franz Beckenbauer.»
Alrededor de 30.000 personas se reunieron en el Allianz Arena del Bayern de Múnich, en un día luminoso y frío, entre ellas muchas de las figuras más influyentes de la política alemana y del mundo del fútbol, así como miles de aficionados del Bayern.
Fue la ciudad en la que nació Beckenbauer y a la que representó como jugador y como entrenador.
“No sólo nos despedimos de un futbolista de talla mundial. Nos despedimos de una gran persona. Su habilidad nos inspiró, su comportamiento amigable conquistó a la gente, su equidad y actitud no fueron menos que su talento», dijo Steinmeier y agregó: «Gracias, Franz, gracias por todo».
Oradores como Steinmeier, el presidente del Bayern, Herbert Hainer, y el excompañero de Beckenbauer, Uli Hoeness, elogiaron cómo Beckenbauer combinaba un inmenso talento en el campo con calidez personal.
«Este club creció con Franz Beckenbauer, nosotros crecimos juntos», afirmó Hainer. «El mundo lo admiraba, pero él no despreciaba a nadie».
Una fotografía en blanco y negro de Beckenbauer cubrió el círculo central del campo, rodeada de coronas de flores colocadas en su memoria, incluidos homenajes de clubes como Barcelona y Liverpool.
Mientras cantaba el renombrado tenor Jonas Kaufmann, 11 ex jugadores rindieron homenajes florales. Entre ellos se encontraban los compañeros de Beckenbauer de la selección de Alemania Occidental que ganó la Copa del Mundo de 1974, como Paul Breitner y Berti Vogts, los jugadores que entrenó hasta la victoria en la Copa del Mundo de 1990, como Lothar Matthäus, y el ganador de la Copa del Mundo de 2014, Bastian Schweinsteiger.
Entre los invitados se encontraban el canciller alemán Olaf Scholz y muchas otras figuras políticas, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, y el entrenador de la selección alemana, Julian Nagelsmann.