La provincia malagueña vuelve a situarse como en los primeros días de julio en cuanto a las restricciones de agua potable. Es algo inédito para mediados de un mes de noviembre, porque de nuevo una docena de municipios tienen alguna limitación directa a la hora de disponer de suministro. Casares es la última localidad litoral en sumarse a la lista, después de que Vélez-Málaga o Torrox ya mantengan cortes nocturnos para compensar el bajo nivel de sus depósitos.
El interior de la comarca de la Axarquía también acumula términos con restricciones, como por ejemplo Almáchar o Benamargosa. Y tanto la Mancomunidad de esta parte de la costa malagueña, como la de la zona occidental, como sede en Marbella, han seguido las medidas que impone la Junta de Andalucía y que también afectan a Málaga capital o el Valle del Guadalhorce.
El alcalde de Casares, Juan Luis Villalón, especifica que las medidas no son de momento drásticas, sino que pasan por aplicar «pequeños gestos» de manera que la población tome conciencia con la situación actual. De hecho, el embalse de la Concepción, que proporciona el suministro en alta a esta parte del litoral, pierde nivel a un ritmo que, de no llover, agotaría las reservas antes de Semana Santa.
El fantasma de la sequía tiene una sombra cada vez más alargada. En Casares se recuerda que el Consejo de Alcaldes de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental acordó el pasado 8 de noviembre aplicar medidas en base al decreto que acababa de aprobar, el 30 de octubre, la Junta de Andalucía. Para obtener un ahorro del 20%, en esta localidad se ha aprobado la prohibición de realizar baldeos de calles, aceras y fachadas públicas y privadas, así como de llenar o rellenar las piscinas o usar agua potable para riego de campos de golf, jardines y parques públicos y privados.
Tampoco se podrá utilizar el suministro potable a la hora de lavar los vehículos, salvo en el caso de los establecimientos autorizados, y se procederá al corte de fuentes y lagos ornamentales, duchas y surtidores que no tengan control o mecanismos de reciclado. Es decir, en Casares volverán a estar cortados los cuatro caños del a Fuente de Carlos III en la plaza de España. Nunca se había decretado por sequía, puesto que el anterior corte se remonta a la pandemia y en base a las medidas sanitarias frente al Covid-19.
La Fuente de Carlos III en la plaza de España de Casares. L. O.
El Consistorio alerta de que serán los agentes de la Policía Local los encargados de «llevar un control del cumplimiento de estas medidas y aplique las sanciones incluidas en el BOJA». En la mesa de la sequía han participado representantes de los propios agentes policiales, integrantes que forman parte del equipo de gobierno, portavoces de los partidos de la oposición, técnicos municipales y otros adscritos a la empresa pública Acosol, dependiente de la Mancomunidad occidental. Todos coinciden en señalar la grave coyuntura que, al no llover con intensidad, padece todo el litoral .
