El Ministerio de Trabajohará un último intento y se dará unas semanas más de margen para tratar de sumar a la patronal a un acuerdo sobre la reducción de jornada laboral. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sabe que el beneplácito de los empresarios facilitaría un posterior pacto en el Congreso y, en tanto que se juega mucho políticamente, renuncia a cerrar ya este septiembre la negociación en el diálogo social, como era su intención.
Las conversaciones se alargan, Trabajo quema un nuevo ‘dead line’ y todas las partes -con mayor o menor efusividad en público- asumen que la aplicación de la reducción, si llega a producirse, no será en los plazos marcados inicialmente. Este 2024 la jornada laboral máxima debía bajar de las actuales 40 horas a 38,5 horas semanales y en el diálogo social asumen que, como pronto, empezará a regir a principios de 2025. Y las 37,5 horas, el siguiente paso, no se materializarán hasta, como pronto, 2026 -un año más tarde de lo que figura en el acuerdo de coalición-. “Sabemos que ya este año por mucha prisa que nos demos hace falta un trámite parlamentario», ha declarado la secretaria de acción sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, tras la reunión de este martes.
Más margen para los empresarios, que siguen en su enrocados en que esta cuestión no debe abordarse por ley, mientras se comienzan a impacientar desde la otra bancada los sindicatos, que ya este mismo jueves tienen previsto concentrarse frente a las sedes de la CEOE de las principales ciudades españolas para iniciar su propia estrategia de presión. Tras «más de nueve meses negociando», tal como han recordado desde UGT, «esto no puede durar ‘sine die'», han rematado desde CCOO.
El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha mantenido este martes una nueva reunión con patronal y sindicatos para abordar la nueva norma para la reducción del tiempo de trabajo. Con muy escasos avances en la misma, ya que el único logro que públicamente ha exhibido el ‘número 2’ de Díaz tras el cónclave ha sido que los empresarios «han aceptado valorar la propuesta que el Gobierno les ha trasladado».
Propuesta, no obstante, que no ha llegado por escrito. «En la reunion de hoy nos hemos vuelto a oponer a la reducción legal de la jornada y además no se ha concretado por escrito ningún planteamiento de los avanzados en la última reunión», afirman fuentes consultadas de la patronal CEOE.
Fuentes conocedoras de las conversaciones afirman que Trabajo no ha dado muchos más detalles de su plan de ayudas a las empresas de menos de 10 trabajadores. La idea es que si estas contratan a nuevos empleados para compensar el tiempo que dejan de trabajar los que ya tienen en plantilla recibirán subvenciones. De momento, según esas mismas fuentes, el umbral de ayudas sigue en esos 10 empleados en plantilla o menos y no sube, para tratar de así hacer más apeticible la propuesta a ojos de los patronos.
Vía muertaLa negociación para tratar de reducir la jornada laboral por ley a 37,5 horas ha ido experimentando distintos altibajos y el Ministerio liderado por Yolanda Díaz ha ido modulando sus velocidades. Si en primavera amagó con ultimatus y cerrar rápido la negociación, ahora busca oxígeno como puede y dará paso a los sindicatos para que inicien sus propias protestas con las que aumentar la presión sobre la patronal. Esta apenas se mueve, si bien distintas fuentes conocedoras de las conversaciones sí destacan su «talante más constructivo».
Este jueves las centrales darán el pistolezado de salida a una escalada de movilizaciones. «No vamos a permitir que esta cuestión se quede en vía muerta», ha declarado la secretaria de acción sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente. «Apelamos a la ciudadanía que se sume a las concentraciones» contra «el inmovilismo [de la patronal], no están dejando transcurrir a la sociedad española en el siglo XXI y continúan anclados en normas del siglo XX», ha criticado el vicesecretario general de UGT, Fernando Luján.
Las negociaciones se alargan y hasta el 11 de octubre no volverán a verse las caras las cúpulas de los agentes sociales con Trabajo. Tiempo en el que Díaz acabará de pulir su propuesta de ayudas a las pymes que contraten empleados. Propuesta que exhibió a medias durante su gira catalana y con la que tampoco acabó de convencer a Pimec, la patronal catalana de las pymes. Foment -asociado de la CEOE- directamente le reiteró su ‘no’ a negociar sobre el tema.