La ya célebre Kings League, la Velada del Año (o cómo hacer que gente de lo más diversa se quede un sábado por la noche en casa viendo boxeo), el Ibainéfico, el Mundial de Globos, Disaster Chefs, las Campanadas con Ramón García y Anne Igartiburu, el Gran Premio de Twitch, El último en pie, el torneo de 3×3 de baloncesto… Y, por supuesto, KOI, su equipo de deportes electrónicos que puede que sea su tesoro más preciado. También grandes eventos de fútbol como la retransmisión de la Copa América o la presentación de Leo Messi como nuevo jugador del PSG, esa que tanto escoció a un sector del periodismo deportivo. Y horas y horas delante de una cámara prácticamente a diario. Aunque se intente con mucho ahínco, es casi imposible recordar todo lo que ha hecho Ibai Llanos en los últimos años. La lista es casi interminable. Este joven vasco cuyo nombre ya conoce toda España se ha hecho un hueco en la lista de personalidades más influyentes de la actualidad. No es solo un fenómeno en España, sino que también mueve masas en América Latina. Algunos le llaman el ‘gigante noble’, un apodo que da una idea de la imagen que la sociedad tiene de él. Y puede que precisamente con esas dos palabras se explique parte del secreto de su éxito.
Aunque ahora convierte en oro todo lo que toca, eso no resta valor al camino que ha recorrido. Porque nadie ha dicho que haya sido fácil. Hace no tantos años todos los niños españoles tenían el mismo prototipo de ídolo: guapo, rico y futbolista. Ese ideal lo encarnó Fernando Torres, luego Cristiano Ronaldo y después, Gerard Piqué, el mismo que en la actualidad es su mejor pareja en los negocios. Entre muchos otros. Ahora, las aficiones se han diversificado y no todos los modelos a seguir están cortados por el mismo patrón. Ahí aparece el fenómeno Ibai. Pero, ¿cómo se arregló para romper este ‘techo de cristal’ desde una habitación del País Vasco?
«Tiene algo más. Su forma de comunicar, su manera de expresarse… Es un tipo honesto que no se mete en charcos y a la vez ofrece apoyo a mucha gente», explica Adrián Suárez Mouriño, profesor del máster de Diseño de Producción Multimedia de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), al que acuden estudiantes que buscan hacerse un hueco en el mundo del streaming. Y es que, en contra de lo que apuntaban algunos, Twitch no se desinfló tras la pandemia. Más bien todo lo contrario: sigue siendo un filón para los jóvenes que buscan codearse con el Rubius, AuronPlay o IlloJuan, en gran parte porque monetizar el contenido es sencillo. Tanto que apenas 50 suscriptores se traducen en alrededor de cien euros al mes. Como mínimo, ya que existen varios modelos de suscripción: de 4,99, 9,99 y 24,99 euros al mes. Y la plataforma se queda una parte (la mitad en la mayoría de los casos). «Es una herramienta súper potente e interesante», recalca Suárez Mouriño.
Y en gran parte lo es gracias a creadores como Ibai, que tiene mucha culpa de que Twitch haya dejado de ser vista como una plataforma de la que pueden sacar provecho casi en exclusiva los amantes de los videojuegos. «Él le ha dado una vuelta más, ha resultado ser muy versátil en el ámbito del entretenimiento. En sus orígenes narraba videojuegos, pero se ha sabido adaptar para hacer cosas diferentes. Ahora él es el que crea el evento», afirma Silvia Martínez, directora del máster de Social Media, Estrategia y Gestión de la Universidad Oberta de Catalunya. Además, añade que a buen seguro es una de las joyas más valiosas para la plataforma: «Ha experimentado y ha ayudado a que se consolidase. Seguro que en Twitch estarán encantados, muy satisfechos de tenerlo. Y seguro que querrían tener más perfiles similares».
Y no solo eso, sino que también ha logrado que su figura traspase la brecha generacional. Si bien es difícil que alguien de más de 50 años sepa quiénes son Willyrex o Vegetta777, no es raro que más de una abuela conozca a Ibai Llanos. Y es gracias a que crea eventos transversales que incluso llegan a competir con la televisión tradicional. Su aparición en la Puerta del Sol la última noche del año junto a Ramón García y Anne Igartiburu es una buena muestra de ello. «Además, en la televisión tradicional ponen fragmentos de los eventos que hace Ibai. Y si no sabías que los hacía, te enteras. Es más, te puedes convertir en seguidor. Tiene esa capacidad, traspasa las barreas porque la conversación que genera se traslada a otros medios. Así gana otros tipos de público», indica Silvia Martínez.
Creo que en la Velada III debería haber algún artista para que disfruten nuestros padres pero especialmente para que disfruten los abuelos.
— Ibai (@IbaiLlanos) 11 de febrero de 2023 Constante renovación «No es un tipo majo que tuvo suerte. Ofrece constantemente ideas y contenidos nuevos. La suya es una cuenta muy actualizada porque tuvo éxito, pero no se conformó y no paró de crear cosas buenas. Hace que la gente se enganche y siempre esté esperando a ver qué es lo próximo que va a hacer Ibai», subraya Suárez Mouriño. A esto se suma su descaro. «No le importa desafiar, ser satírico y generar cierta polémica. Porque no hay que olvidar que la polémica es un elemento de éxito en las redes», añade Martínez. Pero siempre en su justa medida, un extremo que Ibai maneja a la perfección. «Se está escapando de esa cultura de la cancelación porque ha sabido jugar muy bien con los límites. Asimismo, ha sabido emplear con el humor, lo que ayuda a que se quite importancia a lo dice. Y, además, se ríe de sí mismo y no le importa reconocer que tiene sus limitaciones. Se quita importancia y no le da dramatismo a todo», asevera Silvia Martínez.
Devastado, afligido, descorazonado, atormentado, apenado, entristecido, desolado, triste, cabizbajo, lloroso, cariacontecido, compungido, destruido, mustio, apesadumbrado, deshecho, demolido.
— Ibai (@IbaiLlanos) 14 de febrero de 2023 Los expertos coinciden en que, al final, se trata de una ‘tormenta perfecta’. «El trabajo, la constancia, el talento, la continuidad, la visión estratégica… Son factores muy vinculados al esfuerzo, que no casan precisamente con la frivolidad que vemos en redes sociales, donde la apariencia gana a la esencia», subraya Judit Izquierdo, profesora del máster en Community Management de la Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores (IEBS), que va un paso más allá y destaca sus habilidades comunicativas: «También su capacidad de entender a su audiencia y de mantener su tono, su personalidad, su apuesta por innovar en su forma de narrar y la cercanía que demuestra».
Explotar las sinergias Ibai logró también una cosa muy complicada: pasar de ser el actor secundario a convertirse en el protagonista. La muestra es la sección ‘Charlando tranquilamente’ que hace periódicamente en su canal de Twitch. Por ella han pasado Ester Expósito, Quevedo, Aitana, Bad Bunny, Ronaldinho, Pau Gasol, Ed Sheeran… hasta Luis Enrique Martínez, que acudió a la casa del streamer apenas unos días después de haber sido cesado del cargo de seleccionador nacional. Fue la primera vez (y última, al menos hasta ahora) que habló públicamente tras el fiasco del Mundial de Qatar, donde España quedó eliminada en octavos de final. Otro gol por la escuadra a la prensa deportiva.
«Las grandes figuras aceptan que los creadores de contenido les entrevisten porque saben que van a pasar un rato agradable, no van a buscar hacer daño», indica Suárez Mouriño. Una visión similar tiene Silvia Martínez: «Es su propia popularidad la que le ha facilitado que otros personajes populares quieran participar en sus contenidos. Él tiene más fácil invitar a determinados personajes y que entren en su juego. También porque ellos saben que Ibai no se rige por las normas tradicionales. Y, de paso, van a tener visibilidad».
Un ‘caramelito’ para las marcas Las marcas se esfuerzan por lograr un hueco en sus eventos para, precisamente, asociarse a la ‘marca Ibai’. Productos tan dispares como los que ofrecen Grefusa, Infojobs, Pepsi, Fotocasa o la Central Lechera Asturiana ya lo han conseguido. «Se debe a su capacidad de influencia, el ROI -retorno de inversión en mercadotecnia- de sus acciones y el peso de estar vinculado a una marca personal tan potente», apunta Izquierdo.
«Como marca quieres buscar a alguien que transmita para así vender tu producto, y eso no se consigue solo confiando en alguien que tenga un alto número de seguidores. Debe tener un buen ‘engagement’. En el caso de Ibai, su discurso es blanco, cariñoso, sano… Eso es muy interesante para las empresas», puntualiza Suárez Mouriño.
Silvia Martínez lo define a la perfección: «Es un caramelito». Y parece que aún no ha tocado techo.