Galicia y otras regiones atlánticas de España se están convirtiendo en destinos vacacionales cada vez más populares para los españoles, y en particular para los madrileños, que abandonan los abarrotados y sobrecalentados centros turísticos del Mediterráneo en favor del norte, más templado.
Pero aunque celebran los ingresos procedentes del turismo, los gallegos también han puesto un apodo a quienes consideran sus notoriamente altivos visitantes de la capital española: fodechinchosque se traduce literalmente como “ladrones de peces”.
«A fodechinchos “Es un visitante un poco idiota, pero en el fondo un turista madrileño engreído que no respeta las tradiciones locales”, dijo Miguel Vega, un gallego que enseña inglés en la Universidad de Barcelona.
La escritora gallega Ainhoa Rebolledo dijo que fodechinchos era típicamente alguien de Madrid pero que el término podía referirse a cualquiera de fuera de Galicia y generalmente denotaba un turista ignorante o maleducado.
“El típico fodechinchos “No se da cuenta de que hay mareas”, dijo. “En el Mediterráneo la marea es de unos 20 cm y aquí es cuestión de metros. La clásica joderchincho“Se queda con el coche atascado en la playa durante la marea alta”.
Fodechinchos También se les acusa de insistir en una tapa gratis con su bebida, una tradición en Andalucía pero no en Galicia, ni siquiera en Madrid, y de quejarse de que la señalización está en gallego, a pesar de que el idioma gallego es fácilmente comprensible para cualquier hispanohablante.
El bar O Kan de Mera, cerca de A Coruña, ha colocado un cartel que dice: “Estás entrando en un sector libre de fodechinchos. No se permiten pedidos de dos rones con coca-cola y cuatro vasos y un plato de aceitunas”.
Un usuario de X, @FodechinchosG, ha publicado: “Ojo, que anda suelto un tipo que roba marisco, grita mucho, se queja de que todo es en gallego, suele ser un patán con insignias españolas y dice que Madrid es el mejor sitio del mundo aunque se escapan cuando pueden.”
La palabra joderchinchos tiene su origen en la práctica, ahora prohibida, de lanzar una red cerca de la orilla para capturar pequeños peces gato.Chinchones). La red, repleta de peces, era luego arrastrada hasta la playa y los pescadores dejaban que los turistas se llevaran algunos a casa para cocinarlos.
Sin embargo, pronto la gente empezó a aprovecharse y llegaba con cubos para servirse de la pesca, de ahí el nombre de “ladrones de pescado” y, por extensión, gente que abusa de la hospitalidad.
Mientras tanto, más al este, a lo largo de la costa norte de Cantabria, una joven se vio citada en la prensa nacional después de tuitear su desdén por los visitantes de otras partes de España. La gente de la España mediterránea «se queja de que el agua está demasiado fría, que hay algas, que hay olas. Parecen incapaces de entender que hay mareas», publicó en X.
Lo siguiente en su mira son madrileños que aparcan sus coches junto al mar, se quejan de tener que trepar por las rocas y se sorprenden aparentemente de que en Cantabria no solo haya ganado.
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Lo peor de todo, denuncia la mujer, son los vecinos de Cantabria, los vascos, “que actúan como si nos estuvieran rescatando de la pobreza cuando compran un bocadillo y luego son groseros con el camarero”.
Si algo une a los españoles de fuera de la capital, puede ser su aversión a madrileñosal igual que el resto de Francia parece despreciar a los parisinos. Pero los madrileños no son los únicos que tienen apodos despectivos. En la Cataluña rural, a los barceloneses se les llama pixapins o “mear en los pinos”, por su supuesta costumbre de detenerse a un costado del camino para hacer sus necesidades.
Los catalanes son menospreciados por algunos españoles como polacos (Polacos) porque no les entienden cuando hablan catalán.
En Cantabria, el equivalente a fodechinchos es un helechollamado así por un pez que todo lo devora y luego desaparece, mientras en Navarra llaman a los visitantes del País Vasco robasetas (ladrones de setas).