Es temporada de berros, el vegetal de la dieta canaria repleto de hierro y vitaminas, indispensable para elaborar uno de los pucheros más característicos de la cocina isleña, el potaje de esta verdura considerada por los dietistas como una de las más saludables.
«En nuestra carta siempre ha habido este guisote», explica Sergio Méndez, hijo de Efigenia Borges y gerente de Casa Efigenia, el restaurante de comida de huerto más antiguo de Europa que alimentó a los hippies nórdicos de los años 60 en La Gomera y fascinó por su sabor a Angela Merkel, enamorada desde hace años de esta isla en la que disfrutaba de largas caminatas por la extensa red de senderos del Parque Nacional del Garajonay.
Efigenia Borges da la bienvenida a su clientela contándoles anécdotas memorables de su intensa vida en la isla de La Gomera. Llegar a Casa Efigenia no es fácil. Resulta difícil llegar a cualquier sitio en esta isla volcánica de escarpados acantilados, pero merece la pena acercarse a Las Hayas y degustar la comida de esta menuda mujer que solo ofrece manjares del huerto, con la carne y el pescado vetados.
Efigenia Borges. N. V.
El restaurante esta repleto de turistas nórdicos, alemanes, austriacos, suizos y españoles.»Cuando mi padre regresó a principios de 1900 de Cuba a La Gomera decidió que nunca más íbamos a comer carne ni pescado», explica Borges al referirse al pasado emigrante de Canarias.
En aquella época, Casa Efigenia era una «ventita», una tienda de producto isleño que funcionaba desde 1880. «Nosotros empezamos a dar comidas hace más de 60 años», rememora Borges, quien, coqueta, se niega a revelar su edad.
El primer servicio en aquella época fue una ración de gofio con queso picado para acompañar los vasitos de vino de la casa elaborados con la variedad forastera gomera, una reliquia viviente de más de 500 años de antigüedad.
La comida formal se abrió paso con un puchero de verduras con escaldón de gofio, alborote y algo de ensalada. Una receta rica y sana que sigue ofreciendo a los comensales por tan solo 12 euros.
El mismo precio tiene el sabrosísimo potaje de berros de la casa, un plato de judías blancas, zanahoria, tomate, cebolla, piña de millo, aceite, berros muy picados, patatas en trozos y un majado de ajo y perejil que se puede acompañar con gofio o escaldón.
Nada de carne de nuevo, porque en La Gomera siempre se ha aprovechado al máximo los productos del campo. Las cabras y vacas se empleaban siempre para hacer queso y la gente se bebía el suero del queso, el ‘tabefe’, una fuente extraordinaria de proteína.
«Todos los clientes que nos visitan son especiales», asegura Borges, quien no duda en citar a la excancillera alemana Angela Merkel o al político y miembro del Bundestag Gernot Erler como algunos de sus visitantes más ilustres.
La fama de Efigenia en Alemania es tal que periodistas de la televisión pública viajan a Las Hayas para entrevistarla.
«Al principio me comunicaba con ellos como Dios nos dio a entender, pero con los años fui aprendiendo a decir algunas palabras, hoy en día creo que hablo alemán», asegura ante la atenta mirada de su hijo Sergio Méndez, que la adora.
