El PP intenta recuperarse del shock electoral. La victoria, amarga, insuficiente e inesperada por los pocos escaños que obtuvieron este 23 de julio sigue siendo objeto de análisis. A las cinco de la tarde empezaron a llegar todos los presidentes autonómicos, líderes territoriales y el resto de cargos a la junta directiva nacional. El cierre de filas con Alberto Núñez Feijóo no está en discusión. Todos los dirigentes entienden que no pueden comprar el marco de la derrota porque el PP, aunque con menos fuerza de la prevista, fue el vencedor de la noche.
Y también hay consenso en que Feijóo debe intentar formar Gobierno hasta el final. La más explícita quizá fue Isabel Díaz Ayuso: “No podemos cruzarnos de brazos. No podemos tirar la toalla. No estamos para fiestas, pero tampoco para dar por ganador al que ha sido el gran perdedor de la noche”, dijo la presidenta. En la Puerta del Sol creen que el PP no puede permitirse caer en el error que cometió Inés Arrimadas en Cataluña, en lo que consideran que fue el peor error político de su carrera. “¿Cuánto tiempo se lo reprochamos después? No se puede caer en eso”, insisten.
Ayuso afirmó que “no cree” que el liderazgo de Feijóo esté en entredicho y a la pregunta de si debe ser el candidato en caso de que haya repetición electoral, tras insistir, la respuesta fue: “Por supuesto. Pero no estoy en el escenario de repetir elecciones, sino de que se busque un pacto estable. Hay que intentar conseguir ese Gobierno”, volvió a decir la presidenta de la Comunidad de Madrid, que afirmó que con Feijóo “el PP ha ganado las elecciones y ha teñido el mapa de España de azul”.