La madre del asediado jefe del fútbol español, Luis Rubiales, puso fin a su huelga de hambre tres días después de encerrarse en una iglesia en el sur de España, mientras una serie de entrevistas con su tío insinuaban una división en cómo la familia ve el beso no solicitado. por el presidente de la federación tras la final del Mundial femenino.
A principios de esta semana, Ángeles Béjar fue noticia en todo el mundo cuando anunció planes de permanecer “indefinidamente, día y noche” en una iglesia mientras iniciaba una huelga de hambre por lo que describió como la persecución “inhumana y sanguinaria” de su hijo.
Fue un giro sorprendente en una saga que ha afectado a España desde que Rubiales, de 46 años, agarró por la cabeza a la delantera Jenni Hermoso, la atrajo hacia él y le plantó un beso en los labios durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial. Después de descartar inicialmente a quienes estaban detrás de la creciente indignación como “idiotas y gente estúpida”, Rubiales trató de presentar el beso como consensual.
Hermoso dijo más tarde que la situación la había dejado sintiéndose “vulnerable y víctima de agresión”. El beso se produjo “sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”, añadió.
Como la FIFA dijo que había suspendido provisionalmente a Rubiales, y los líderes regionales de la federación de fútbol le pidieron que dimitiera de su cargo como presidente, la pequeña ciudad de Motril y la iglesia del siglo XIX donde la madre de Rubiales dormía en un colchón se convirtieron en los últimos bastión del apoyo público al jefe del fútbol.
El miércoles el párroco de la iglesia dijo que Béjar había sido trasladado al hospital. «Es por el calor y todo lo demás», dijo a los periodistas, añadiendo que la ansiedad había influido. Un día después, una fuente cercana a la familia indicó a Europa Press que la septuagenaria había puesto fin a su huelga de hambre y había pasado la noche en su casa tras ser dada de alta del hospital en buenas condiciones a última hora del miércoles.
El tío de Rubiales, Juan Rubiales, habló con varios medios de comunicación de toda España. Juan, que tuvo una pelea de alto perfil con su sobrino, quien, según dijo, lo despidió de su trabajo en la federación de fútbol en 2020, dijo que respetaba a la madre de Rubiales y sabía que ella estaba sufriendo.
“Nosotros los Rubiales estamos absolutamente comprometidos con la idea de la dignidad”, dijo Juan al sitio de noticias El Confidencial. “Y la dignidad es defender a Jenni, comprenderla y reprochar el comportamiento vergonzoso de este presidente”.
Y añadió: “Creo que necesita un programa de reeducación social y una reeducación en su relación con las mujeres”.
omitir la promoción pasada del boletíndespués de la promoción del boletín
Describió a su sobrino como un hombre “obsesionado con el poder, el lujo, el dinero y las mujeres”. En otra entrevista con el diario El Mundo, añadió que su sobrino era un “hombre con una clara machista [sexist] tinte».
Luis Rubiales no respondió a una solicitud de comentarios enviada a la Federación Española de Fútbol.