La Federación Española de Fútbol ha amenazado con demandar a Jenni Hermoso, la jugadora en el centro de una disputa por la conducta de su presidente, por mentira y difamación.
También ha amenazado con demandar a las 79 futbolistas que firmaron una carta en la que se negaban a jugar con su país mientras Luis Rubiales permaneciera en su cargo.
En un comunicado, la federación dijo que tomaría las «acciones legales necesarias» y dijo a los jugadores que «jugar para la selección nacional es una obligación para cualquier miembro de la federación llamado a hacerlo».
La medida es el último capítulo de una historia que avanza rápidamente después de que Rubiales besara a Hermoso después de su victoria en la Copa del Mundo hace una semana, un beso que Hermoso dijo no fue consensuado y la hizo sentir “vulnerable y víctima de una agresión”.
“En ningún momento consintí el beso”, afirmó Hermoso en un comunicado. “No toleraré que se dude de mi palabra y mucho menos que la gente invente cosas que yo no dije”.
Poco después del incidente, la federación emitió un comunicado en el que Hermoso supuestamente dijo que el beso fue consensual y que ella y Rubiales disfrutaban de una relación cercana.
Un informe del sitio web deportivo Relevo, con sede en Madrid, dijo que la federación la había obligado a hacer la declaración. La federación lo negó a Associated Press.
En una declaración escrita, Hermoso dijo: “No quiero interferir en el proceso legal pero me siento obligado a informar que las palabras utilizadas por el Sr. Luis Rubiales para explicar lo sucedido son categóricamente falsas y son parte de la cultura manipuladora que él él mismo ha creado. No me han respetado”.
La federación reprodujo una serie de fotografías del incidente que, según afirmó, mostraban que Hermoso levantó a Rubiales y no solo estaba dispuesto sino también instigador del beso.
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Tanto el discurso divagante de Rubiales el viernes, en el que dijo que era víctima de una caza de brujas y de un «feminismo falso», como la defensa que le hace la federación son vistos cada vez más como una batalla que va mucho más allá del fútbol, en una lucha entre una una jerarquía masculina arraigada y titulada y una España más moderna y feminista.
En una entrevista con El País, Miquel Iceta, ministro de Deportes y Cultura, afirmó: “Lamento que para España, un país admirado en el mundo como defensor de derechos y libertades, este episodio nos haya devuelto a una imagen de machista España en la que no se respetan los derechos de las mujeres. Es un paso atrás”.
Iceta añadió que como la federación había apoyado a Rubiales, el gobierno ahora tomaría las medidas necesarias para destituirlo de su cargo.
Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones de España, dijo: “El señor Rubiales no entiende lo que ha hecho. No está a la altura del trabajo. Debería dimitir y ahorrarnos la vergüenza. Los días de impunidad por conductas machistas han terminado”.
Hermoso y sus compañeros han recibido el apoyo de varios jugadores masculinos, entre ellos el delantero del Real Betis Borja Iglesias, quien también se ha negado a jugar con España bajo el actual liderazgo de la federación. Sergi Roberto, el capitán del Barcelona, tuiteó: «Estamos todos contigo @jennihermoso».
La selección inglesa de fútbol femenino, que perdió ante España en la final del Mundial, también ofreció su apoyo con un mensaje en las redes sociales que decía: “El comportamiento de quienes se creen invencibles no debe ser tolerado y no debería ser necesario convencer a la gente”. tomar medidas contra cualquier forma de acoso. Estamos todos contigo, @jennihermoso y todos los jugadores de la selección española”.