El cantaor Israel Fernández (Corral de Almaguer, Toledo, 1989), que estrena su próximo disco, Pura Sangre, el próximo viernes 26 de mayo y lo presentará el próximo 1 de julio en el Teatro Cervantes.
El vocalista apunta que el flamenco está pasando por «un momento muy bonito» porque hay «mucha juventud» atraída por este estilo. «En mis conciertos veo mucha gente joven y a mí me alegra porque me identifico con ellos», detalla Israel.
Así, revela que de pequeño era «el niño raro» de su grupo de amigos, ya que cuando ellos jugaban en la calle a fútbol él se ponía a escuchar música, a Caracol, por ejemplo, o a cantaores de 1930.
Pese a su gran voz por la que es bautizado como el Camarón de nuestro tiempo, él no se siente como tal; «Hay artistas irrepetibles y Camarón es irrepetible, inigualable. Es el espejo de los cantaores», dice. Eso sí, asegura que «a nadie le amarga un dulce» cuando le comparan con él. «Pero no me lo creo», recalca Israel.
En relación a las voces que encasillan el flamenco como un arte puramente andaluz que se ha hecho «marca España», el cantaor admite que en Andalucía hay muchos más cantaores pero asegura que este estilo musical «no es de Andalucía». «El sol no es de Andalucía, ni es de aquí ni es de allí. El sol es el sol. Solo hay uno», señala Israel.
Así, destaca a Carmen Amaya bailora de Barcelona, al guitarrista Sabicas, de Pamplona «genio y figura» o al cantaor Rafael Farina de Salamanca «otro genio irrepetible». «Cada uno tiene su propio estilo», remarca.
Su nuevo disco, Pura Sangre (Universal Music Spain), producido por Diego del Morao y Pional, está escrito por él mismo y relata temas como las injusticias del mundo, el valor de la naturaleza, el silencio o el amor desde su visión del mundo, su crianza, su entorno, su familia y el hecho de ser gitano. «Los discos son como la comida: tienen que gustarte a ti, y luego ya compartes», dice entre risas y asegura estar muy «feliz y contento» con este trabajo tan personal del que no puede elegir una canción en concreto.