Los consensos como antídoto a una «confrontación» y un «odio» que van «ganando terreno». Actitud «proactiva», con «argumentos» y «empatía», frente a la fuerza que trata de abrirse paso. Este es el mensaje que ha vertebrado el discurso del president de la Generalitat, Salvador Illa, en el acto de entrega de les Creus de Sant Jordi en el Museu Nacional d’Art de Catalunya. Un alegato ante lo que ha definido como una «nueva era» con vocación de poner en valor el capital humano de Cataluña en un mundo en el que se ha acelerado un cambio geopolítico, tecnológico y medioambiental que pone en jaque «el modelo democrático europeo».
Illa ha pronunciado estas palabras ante un auditorio en el que estaban cuatro expresidents de la Generalitat -Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Pere Aragonès- y justo dos días después de haber puesto el broche al Pacte Nacional per la Llengua para dar un impulso al catalán. El president ha reivindicado, de hecho, el que es su primer gran consenso de la legislatura, y del que se ha desmarcado Junts, como el camino de «unión» que abandera para «fortalecer» Cataluña. Mención ha hecho también a los 700 millones anunciados para combatir la pobreza infantil y con la previsión de relanzar el lunes la ley de barrios con más de 800 millones de inversión.
«Una Cataluña sin desigualdades es la mejor garantía de prosperidad y antídoto para que ni las mentiras ni el odio al que es distinto arraigue en ningún barrio de este país», ha asegurado. Su lectura es que, pese a esos fundamentos que se tambalean incluso en democracias occidentales, Cataluña está «en un buen momento» porque su economía crece «a buen ritmo» y se generan puestos de trabajo, pese a que ha reconocido la asignatura pendiente del derecho a la vivienda o los centros para atender a las personas mayores.
«Nos hace falta hacer más. El compromiso del Govern es reforzar nuestras fortalezas, nuestros sectores productivos y nuestro escudo social para hacer frente con garantías a la incertidumbre», ha asegurado durante una gala en la que ha reivindicado la necesidad de reivindicar los méritos de quien deja huella ante las críticas destructivas que inundan las redes sociales y el «hilo invisible» en torno a los valores y culturas catalanes que unen a todos los condecorados.
El president ha hecho estas reflexiones durante la gala en la que se han condecorado a 21 personalidades y 10 entidades, una de ellas, el presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, por «su gran espíritu emprendedor y su reconocida trayectoria como un referente del mundo de la información y la comunicación». Illa ha tejido su discurso de tal manera que ha ido nombrando uno a uno a cada uno de ellos.
El elenco de galardonados es variopinto y va del ámbito científico al artístico y cultural. Pero también tiene importantes guiños políticos. Entre los reconocidos figuran el exconseller del tripartito Joan Saura, antiguo dirigente del PSUC primero y de ICV después. De hecho, en la anterior entrega de medallas fue Josep-Lluís Carod-Rovira, exdirigente de ERC y también exmiembro de ese gobierno de coalición, quien recibió el galardón por parte del actual Govern de Illa.
Entre los premiados del ámbito artístico destaca la actriz Loles León, de quien se reconoce su «exitosa» trayectoria durante más de cinco décadas y su defensa pública del feminismo. La Generalitat ha buscado compensar que hace un par de meses los partidos independentistas vetaran en el ayuntamiento de Barcelona que se le otorgara la Medalla de Oro de la ciudad con el argumento de que ha sido «beligerante contra la normalización del catalán», de la misma manera que también recabó el rechazo de la derecha. Otra de las que ha desfilado por la pasarela de condecorados ha sido la cineasta Carla Simón, a quien la institución define como «una de las referencias contemporáneas más destacadas» del cine catalán y de quien loa la faceta «social» de sus obras con películas como ‘Estiu 1993’ y ‘Alcarràs’. Justo ahora, Simón se abre paso en la competición del Festival de Cannes con su tercer largometraje, ‘Romería’.
Destacado ha sido también el reconocimiento póstumo al gestor cultural y teclista y fundador del grupo Mishima, Marc Lloret Isiegas, fallecido hace tres meses víctima de un cáncer. En el ámbito cultural, se han colgado la Creu de Sant Jordi la artista visual Eugènia Balcells y la periodista Rosa Maria Calaf Solé, la bailarina y coreógrafa Montse Colomé Pujol, la dramaturga Lluïsa Cunillé Salgado, la escritora Mercè Ibarz, el director de orquesta Josep Pons i Viladomat y el filólogo y sociolingüista Isidor Marí Mayans por su labor por la normalización del catalán. El presidente del Grupo Planeta y de Atresmedia, José Creuheras Margenat, también es uno de los galardonados en el ámbito comunicativo, a quien el Govern define como uno de los empresarios catalanes «más exitosos y con gran prestigio», además de subrayar su labor como «mecenas cultural».
En el terreno científico destacan la farmacéutica e investigadora Montserrat Baiget Bastús, eminencia en el estudio de la genética molecular, y el biólogo y ecólogo Ramon Folch Guillèn, que ha ejercido de consultor ambiental de la UNESCO. También el geólogo Josep Maria Mata-Perelló y el optometrista Manuel Roure Arnaldo. El líder sindical Joan Caball Subirana, que fue durante 25 años el líder de Unió de Pagesos, está incluido en los premiados, que completan la pedagoga Mireia Montané Tuca, la empresaria Laura Roigé Pons y el alpinista Josep Manuel Anglada Nieto.
De la Cubana al Col·legi d’EnginyersAdemás de las 21 personalidades, una decena de entidades o colectivos de toda índole han sido reconocidas por su labor con la Creu de Sant Jordi. Algunas de ellas están, precisamente, de aniversario. Es el caso del Col·legi d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Catalunya, que recientemente ha celebrado sus 50 años de existencia. También la institución Unió per la Mediterrània, ente de cooperación entre los países que conforman el arco mediterráneo, así como la compañía de teatro La Cubana, una de las más populares de Cataluña, que también brinda por su 45 aniversario.
En el ámbito cultural, también han recibido la medalla de manos del president Illa el Centre de Titelles de Lleida, la Federació dels Tres Tombs de Sant Antoni de Barcelona -que cumple 200 años de existencia- y el grupo Sabor de Gràcia, de quien se destaca su labor de difusión de la rumba catalana.
En el flanco de colectivos activistas han sido premiados el Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), que celebra sus 50 años de trayectoria y que fue la primera entidad de esta índole reconocida legalmente en España; y la Fundació Catalana d’ELA Miquel Valls. Cierran la lista de galardonados el Institut Jaume Huguet – Antiga Escola del Treball de Valls y la Venerable Congregació de la Mare de Déu dels Dolors de Vic.