Esta semana se ha confirmado uno de los principales cambios previstos en el futuro de las pensiones en España: con un cierre a fecha de noviembre del IPC en 3,2%, parece que las nóminas de los jubilados va a subir en 2024 un total de 3,8% a falta de la confirmación por del INE del dato del penúltimo mes del año.
Además del incremento de las pensiones, otro de los grandes cambios de la jubilación para el 2024 es el retraso de la edad de jubilación y el aumento de la cotización: una reforma progresiva que se actualiza cada año y que finalizará en 2027 con una edad de jubilación de 67 años.
Por otra parte, se encuentra la reforma de las pensiones que pretende ofrecer un buen paquete de incentivos para retrasar la edad a la que los trabajadores se retiran: de esta forma, se ofrece una interesante compensación monetaria a los contribuyentes por cada año de más que cotizan a la Seguridad Social.
Aviso del Banco de España sobre la jubilación Una de las razones por las que desde el ministerio de Seguridad Social se ha puesto en marcha esta reforma ha sido el consejo de la Unión Europea y la evaluación general del sistema de pensiones español, que en tan solo unos años se enfrentará a la retirada masiva de toda la generación del ‘baby boom’.
La política de incentivos que permite retribuir a los trabajadores que decidan retrasar su edad de jubilación es una de las principales apuestas del Gobierno además del Mecanismo de Equidad Intergeneracional.
Pero, desde el Banco de España, han lanzado un aviso a este planteamiento: y es que según un comunicado emitido por la organización este jueves, existe una importante limitación a la hora de pretender que las personas tarden menos en acceder al sistema de pensiones.
Según los datos de la encuesta ‘Survey on Health, Ageing and Retirement in Europe’ de 2015 presente en el estudio sobre el estado de la población en edad de jubilación del Banco de España, la salud de la población se deteriora notablemente al pasar el grupo de entre 55 y 64 años al de entre 65 y 69: una realidad que choca directamente con los planes del Gobierno para retrasar la edad de jubilación.
Uno de los principales indicadores que alega el Banco de España para advertir sobre esta ‘laguna’ en este plan para retrasar la edad de jubilación es el porcentaje de ciudadanos que sufren enfermedades crónicas y que pasan de ser el 38 en el grupo de edad de 55 a 64 al 53% entre 65 y 69 años (el 60% en el caso de las mujeres).
De forma similar ocurre con los problemas de movilidad (que pasan del 10% al 15,8% entre ambos grupos de edad) o los síntomas de depresión (que pasan de 7,2% al 28,9% en el caso de los hombres y del 16,3% al 32,1% en el caso de las mujeres).
Por esta razón, desde el Banco de España advierte sobre que «la prevalencia de determinados problemas de salud en la población con edades cercanas a la jubilación podría suponer una limitación de cara a alargar la vida laboral de este colectivo».