El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí ha instado este sábado a todos los musulmanes del mundo a levantarse en defensa de Hizbulá y del Líbano para confrontar el régimen “cruel y maléfico” de Israel. Así lo ha afirmado pocos minutos antes de que la milícia libanesa Hizbulá confirmase la muerte de su líder, Hasán Nasrallá, en un bombardeo israelí de este viernes por la noche contra Beirut.
En el ataque, según ha confirmado la milícia este sábado, también ha muerto un miembro de la Guardia Revolucionaria iraní: Hizbulá es el grupo paramilitar más poderoso dentro del conocido como el Eje de la Resistencia, un grupo de milicias de todo Oriente Próximo leales a Teherán y a la República Islámica de Irán. El Eje de la resistencia incluye, también, Hamás y la Yihad Islámica palestinas, las Unidades de Movilización Popular (UMP) en Irak y Siria, y los rebeldes hutís en Yemen.
“Los criminales sionistas deberían saber que son demasiado insignificantes como para causar un daño real a Hizbulá. Todas las fuerzas de resistencia en la región están con Hizbulá y la apoyan”, ha asegurado Jameneí, que ha continuado: “Los terroristas que gobiernan su régimen sionista no han aprendido la lección de su guerra criminal en Gaza, y no entienden que el asesinato masivo de mujeres, niños y civiles no afectará ni destruirá a la estructura de la resistencia regional”.
En los ataques durante la última semana de Israel contra el Líbano —sobre todo en las regiones del sur del pequeño país mediterráneo—, han muerto cerca de 700 personas, según las autoridades libanesas.
Medidas de seguridadEsta no es la primera vez que Israel consigue el asesinato de uno de los líderes de las milicias que confrontan el Eje de la Resistencia. En julio, en dos ataques en menos de 24 horas, el Estado hebreo consiguió asesinar en Beirut al número dos de Hizbulá, Fuad Shukur, y en Teherán al líder político de Hamás, Ismail Haniya, que murió pocas horas después de reunirse con el propio Jameneí y con el presidente iraní, Masud Pezeshkian.
Este sábado, de hecho, según han informado dos fuentes anónimas a la agencia de noticias internacional ‘Reuters’, Irán ha multiplicado las medidas de seguridad entorno al ayatolá, que ha sido transferido a un lugar oculto dentro de la capital iraní.
“La comunidad internacional no se olvidará que la orden de este ataque terrorista [contra Nasrallá] fue enviado desde Nueva York, y que los estadounidenses no pueden expulsar su propia responsabilidad y complicidad con los sionistas”, ha dicho este sábado Pezeshkian, que ha recordado que en el momento del ataque, el primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, se encontraba en EEUU para dar su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
“La matanza de personas indefensas en el Líbano ha revelado una vez más a todos la ferocidad del perro rabioso sionista”, ha dicho el líder supremo iraní.