Emmanuel Macron era una de las voces más importantes en Europa. El francés llevó la voz cantante en los primeros meses de la invasión rusa de Ucrania de 2022, como presidente de la segunda potencia europea y líder de turno del Consejo de la UE. Fue una figura clave en Bruselas ya desde 2019, cuando propuso el nombre de Ursula von der Leyen para reemplazar a Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión. La jugada le permitió obtener para la francesa Christine Lagarde el puesto de presidenta del Banco Central Europeo.
Pero los tiempos han cambiado para el máximo representante del movimiento liberal en Europa. A las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 para empezar a repartir los cargos de poder de la UE (primero en una cena informal el 17 de junio y luego en un Consejo el 27 y 28 de este mes) Macron acudirá muy debilitado políticamente, y con la mente puesta en las elecciones a la Asamblea Nacional del 30 de junio. Su poder político está mermado, y todos en la sala lo sabrán. Su partido liberal, Renacimiento, ha sucumbido de forma estrepitosa ante el auge de la extrema derecha conservadora de la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen. qie le ha doblado en votos y escaños: 30 para la ultraderechista frente a los 13 de los socioliberales.
El panorama es aún peor para los liberales españoles. Ciudadanos ha desaparecido del Parlamento Europeo. Han perdido sus siete europarlamentarios, lo que les aboca a la defunción política.
Así, el grupo Renovar Europa ha pasado de 102 a 79 escaños en el Europarlamento. La mayor caída de estas elecciones. 23 escaños, casi uno de cada cuatro, se han ido por el desagüe. Y eso les deja a los pies de los caballos en la sala de reparto de poder.
“Tendrán más difícil conseguir un top job en las negociaciones de reparto de puestos para la próxima legislatura de cinco años”, opina en conversación con El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Héctor Sánchez Margalef, investigador del Centro de Investigación de Asuntos Internacionales de Barcelona CIDOB. “Hasta ahora estaban repartidos entre las tres familias políticas, con Charles Michel como presidente liberal del Consejo Europeo. Lo lógico es pensar ahora que los socialdemócratas se llevarán uno de los puestos más importantes y el PPE, los otros dos”.
Además de la citada presidencia del Consejo, hay que elegir el presidente del Parlamento Europeo (legislativo) y el de la Comisión (ejecutivo). Y a los comisarios del colegio, una suerte de ministros europeos con amplios poderes.
Lo previsible, en todo caso, es que los liberales sigan siendo clave en la gobernabilidad de la próxima Unión Europea. La suma de los 185 escaños del Partido Popular Europeo y de los 137 de los la Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) es de 322, lejos de la mayoría parlamentaria de 361 votos que hace falta para aprobar la presidencia de la Comisión, el colegio de comisarios o las leyes europeas.
Lo natural es que cuenten con los 79 de los liberales, lo que situaría la “gran coalición” europeísta en los 401 escaños, una mayoría holgada. El PPE puede verse tentado a irse hacia los partidos de ultraderecha en leyes puntuales, o echar mano de los Verdes y sus 53 eurodiputados en determinados dosieres. Pero el centro seguirá siendo importante, a pesar de la caída.
Dinámicas internas¿Por qué este desplome de los liberales? “Esta es una pregunta más para historiadores que para politólogos: ¿cómo es que nadie es capaz de consolidar un partido liberal en España”, apunta Sánchez Margalef. “Quien se quiera arriesgar a montar otro proyecto liberal debe hacerlo mejor: bascular un poco entre izquierda y derecha”.
En Europa, como en España, Ciudadanos se escoró claramente hacia la derecha. Durante la pasada legislatura, Cs ayudó a construir en Bruselas mayorías de derechas en cuestiones que afectaban a España, informa EFE. Esto no será tan sencillo en la nueva Eurocámara.
Tras la desaparición de Ciudadanos, el PNV es el único partido español en los liberales de Renovar Europa, y con un solo escaño, el de Oihane Agirregoitia, será la única formación española en Renovar Europa.
En Bélgica el resultado ha sido malo para los liberales, pero más poliédrico. El primer ministro, Alexander De Croo, presentó anoche su dimisión tras el batacazo de los liberales flamencos de su partido, el Open Vdl, que quedó quinto en Flandes y perdió en las elecciones federales y europeas. “Los liberales son fuertes y regresarán”, dijo visiblemente emocionado en su discurso de despedida.
Sin embargo, que los liberales de Valonia, la región francófona de Bélgica, han conseguido ganar con la formación hermana Movimiento Reformador, con casi el 30% de los votos y 20 escaños, seis más de los actuales.