Los resultados que han arrojado las urnas no apuntan a una mayoría clara, las negociaciones pueden ser arduas y terminar en una repetición electoral, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegura que se encontrará una fórmula para la gobernabilidad. Ninguno de los bloques cuenta, a priori, con una mayoría suficiente en escaños clara y eso puede abocar a un Ejecutivo en funciones para los próximos meses por las arduas negociaciones y hasta una repetición electoral. Los españoles auparon al Partido Popular a la victoria electoral con 136 escaños y un 33% de los sufragios, pero esos apoyos no le garantizan que pueda formar un Gobierno. Vox, uno de los principales partidos en los que el PP podía apoyarse, perdió votos respecto a los últimos comicios y obtuvo 33 escaños. Ambas formaciones están lejos de la mayoría (fijada en 176 escaños) ante la dificultad de incluir a las fuerzas nacionalistas en un hipotético pacto de investidura. En el bloque de la izquierda la mayoría tampoco está clara. El PSOE sacó 122 escaños, pero eso tampoco le garantiza poder formar un nuevo ejecutivo y tendrá que buscar el apoyo de Sumar, que consigue 33 escaños, y fuerzas como ERC, Junts o el BNG.
Ante este panorama, la sensación en el mundo económico es de incertidumbre. La falta de estabilidad política es el peor escenario posible para los agentes económicos. Con un Ejecutivo sin estabilidad en el parlamento para legislar, tanto empresas, como inversores o ahorradores, tienen que meditar muy bien sus movimientos ante la falta de una agenda clara para los próximos meses. Cuando tiene lugar una situación de este estilo las inversiones se aplazan porque los inversores quieren conocer quién va a ser su interlocutor en la Administración pública, las cuentas públicas de años anteriores deben ser prorrogadas y los reformas económicas más delicadas, como la de las pensiones o la reducción del déficit público, no pueden llevarse a cabo por parte de un Ejecutivo en funciones que tiene muy limitada su capacidad legislativa.
Es habitual recordar el caso de Bélgica, que llegó a acumular 493 días sin Ejecutivo tras la celebración de las elecciones en mayo de 2019. El país incluso llegó a mejorar algunos de sus indicadores económicos a pesar del parón legislativo. A pesar de este ejemplo, para el politólogo de la Universidad Pontificia Comillas Javier Martín Merchán es un escenario que, en el caso de España, no supondría algo positivo. «Es muy probable que las inversiones se aplacen y eso frenará la creación de empleo. La confianza del mercado se resiente ante la falta de estabilidad y hay que tener en cuenta lo importante que es para España en este momento la compra de deuda por parte de los inversores», señala Martín Merchán.
Una de las principales consecuencias que suele conllevar un bloqueo político es la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado. Las actuales cuentas están vigentes hasta el 31 de diciembre. «El Gobierno ahora mismo está en funciones, por lo que tiene limitada su labor legislativa. Solo tiene capacidad para mantener los gastos corrientes. En caso de que no se pudieran elaborar unos nuevos presupuestos, el 1 de enero de 2024 habría que prorrogar los actuales», indica Diego López Garrido, vicepresidente de la Fundación Alternativas y catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Castilla-La Mancha. El gasto corriente ya comprometido seguirá funcionando, pero la prórroga impide realizar gastos que puedan generar crecimiento económico.
Este escenario ya ha ocurrido en el pasado. Las cuentas públicas del año 2018, elaborado por el ministro del PP Cristóbal Montoro se prorrogaron durante dos años consecutivos. El Gobierno de Pedro Sánchez del PSOE no consiguió apoyos en 2019 para aprobar las cuentas públicas y se prolongaron para 2020 por cuarta vez. En aquella ocasión, las comunidades autónomas ya comenzaron a advertir que sufrirían problemas de liquidez y tesorería en 2020, puesto que estaban recibiendo ingresos muy inferiores a lo les correspondería por la mejora de la situación económica y aumento de la recaudación fiscal en 2019.
Para Luis Martín, socios del despacho de abogados y economistas Abencys, lo peor de un posible bloqueo de las Cortes Generales sería el aplazamientos de reformas estructurales. «En este momento es muy necesario avanzar en la reforma de las pensiones, de la financiación autonómica, empezar a reducir el déficit público…y para todo eso es necesaria estabilidad política», apunta Martín. El politólogo Martín Merchán recuerda que en 2015 y 2016, cuando hubo repetición de elecciones, numerosas reformas quedaron aplazadas ante la falta de estabilidad política para realizarlas. “Y, además, todas las concesiones de licitaciones públicas quedarían paralizadas. En el caso de empresas constructoras, esto tendría un impacto directo en sus ventas”, señala. También apunta a que la imagen de España en el plano internacional quedaría tocada. “El coste de oportunidades de no tener Gobierno es difícil de cuantificar, pero la inestabilidad política y económica es un lastre para la inversión extranjera”, explica este especialista.
Organismos reguladores y empresas públicas Un bloqueo político también lastraría la renovación de cargos directivos en los principales organismos reguladores, como por ejemplo la Comisión Nacional del Mercado de Valores. «Los mercados siempre buscan estabilidad y serán más favorables a un Gobierno que atraiga inversión extranjera, clave para el selectivo. Las empresas cotizadas que más podrían sufrir la incertidumbre política son aquellas en las que el Ejecutivo tiene mano, como Indra, Iberdrola o Endesa», explica Diego Morín, analista de IG Mercados. Indra y Endesa se dejan cerca de un 3% en la sesión de bolsa de este lunes y son los valores del selectivo que más caen junto a los seis bancos que cotizan en el Ibex 35, que cotizan todos en negativo.
La renta fija y la bolsa serían los primeros en verse afectados por la falta de Gobierno. «Las expectativas empresariales serían las primeras en verse afectadas por la incertidumbre», señala el Javier Martín Merchán, de la Universidad Pontificia Comillas.