El mundo del cine ha sido históricamente dominado por hombres, tanto en términos de dirección, producción y roles creativos, como en la representación en pantalla. Sin embargo, en las últimas décadas, las mujeres han estado luchando para encontrar su lugar en esta industria y hacer oír su voz. Desde figuras como la directora pionera en cine silente, Helena Cortesina, hasta iconos contemporáneos como Isabel Coixet, las mujeres han desafiado las barreras y han dejado una marca significativa en el cine español.
Sin embargo, el feminismo también llegó a la industria y dio paso a una oleada de cambios y revolución en el sector, en la que las mujeres comenzaron a reclamar más poder de decisión, mejores personas y más peso en las producciones, en definitiva más oportunidad.
Este año, el Día Internacional de la Mujer coincide con el Festival de Málaga. Una curiosa coincidencia, ya que en la 27 edición del festival cinematográfico las mujeres brillan más que nunca. Y es que de las 2.557 películas inscritas, 970 han sido dirigidas por mujeres, lo que significa un 37,9% del total. Mientras que, de las seleccionadas, 91 han sido dirigidas por mujeres, un 37,6%, «lo que supone prácticamente el mismo promedio de películas inscritas dirigidas por mujeres, con lo que mantenemos la proporcionalidad y, con ello, el compromiso ya histórico con el cine hecho por mujeres», indicaba Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga.
Macarena Sanz. / E. Press
Y con motivo de ello, actrices como Maggie Civantos, Sara Sálamo, Stèphanie Magnin, Macarena Sanz, además de directoras como Lucía Muñoz o Clara Bilbao, echan la vista atrás para hacer un balance de cómo ha evolucionado la situación en su sector, en los últimos años.
Muy conocida por su activismo feminista en redes sociales, Sara Sálamo aterriza en la capital para presentar su cortometraje ‘La manzana’, «una oda a las mujeres», tal y como lo define la actriz. Para ello se ha rodeado en este proyecto de un equipo técnico cien por cien femenino, la mayoría mujeres con las que había coincidido en proyectos previos. «En esta historia, que es una oda a las madres, quería estar rodeada de una energía femenina», dice.
Para la actriz canaria, «el cine está avanzando, dando pasitos hacia la igualdad, aunque todavía los datos reflejan que no estamos al 50%. Pero vamos por el buen camino», indica.
Maggie Civantos. / Gregorio Marrero
Sálamo ha vivido en primera persona la discriminación salarial por el hecho de ser mujer: «Sí viví en mis propias carnes, en producciones en las que tenía el mismo rol exactamente que compañeros chicos, que cobraban más, y no había ningún tipo de explicación, porque no tenía más trama que yo», afirma.
Stèphanie Magnin acaba de llevarse una de las biznagas del talento malagueño del Festival. La actriz, también malagueña, afirma que la lucha «ha avanzado bastante» y pone de ejemplo las nominaciones a los Goya de este año, donde «más de la mitad iban para mujeres»: «Aún así, es el comienzo y tenemos que seguir trabajando. Ahora en la industria trabajan más mujeres y se nota, tanto en los relatos, con historias donde las mujeres ya no están tan estereotipadas; como en las oportunidades en los diferentes departamentos, lo que es muy buen signo de que estamos avanzando», sostiene.
A colación de esto último, la malagueña Maggie Civantos confiesa «echar de menos más diversidad en el género de películas que son las capitaneadas por mujeres. Por ejemplo, en películas de ficción. Pero creo que estamos en el camino, es maravilloso y creo que ha habido un gran avance en muy poco tiempo».
Lucía Muñoz este año se presenta al Festival de Málaga tras dirigir Tívoli, un documental sobre el mítico parque de atracciones malagueño. Muñoz también es socia de la Asociación Audiovisual de Mujeres Andaluzas, una organización donde se busca «conseguir la perspectiva feminista e igualitaria en el trabajo del cine». Para ella, el cine aún no es igualitario y sigue existiendo discriminación, por el hecho de ser mujeres: «Creo que tiene que ver con que nos siguen viendo como las cuidadoras y no nos ven como las trabajadoras y directoras que somos».
Stèphanie Magnin. / E. Press
Producir y dirigir «Ahora podemos ver a muchísimas directoras. También otras historias, otro tipo de historias, guionistas. Antes creo que era un mundo en ese sentido muchísimo más masculino. Ahora, por supuesto, sigue habiendo hombres escribiendo, fantásticos, pero hay una balanza, hay un equilibrio. Antes no. Y luego también se ve mucho en cómo están reflejadas las mujeres en las películas», cuenta Macarena Sanz.
Por otro lado, Clara Bilbao exige más igualdad económica a la hora de hacer películas: «Alcanzaremos la igualdad cuando todas esas mujeres que se han estrenado con una ópera prima puedan seguir haciendo una segunda, una tercera y una cuarta película y que se consoliden sus carreras», afirma.
Las actrices denuncian los abusos de poder en el cine A principios de este año, el cineasta Carlos Vermut fue acusado por tres mujeres de actos de violencia sexual. Ante esto, las actrices vuelven a denunciar los abusos de poder en el cine, aunque indican que «ya no hay miedo a contarlo»: «Gracias a que están saliendo a la luz por mujeres que se atreven a contar sus experiencias, esto va a cambiar. Y ya no se pueden dar pasos atrás», asegura Macarena Sanz.