Por fin, Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, visita con agenda oficial Cádiz, una de las provincias con más paro de España (21,11%), a la cola con Ceuta, Granada y Córdoba. Su visita, este viernes, ha despertado gran expectación tras meses eludiendo las invitaciones del alcalde de la ciudad, José María González ‘Kichi’ y, sobre todo, las demandas del colectivo del metal, que protagonizó una de las revueltas laborales más sonadas gestionada con polémica por el Ministerio de Interior, con el envío de una tanqueta que aún se recuerda bien en la provincia gaditana.
Díaz acude bajo el paraguas del sindicato CCOO, que organizó el acto en la Universidad de Cádiz en la semana del 8-M. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, y la responsable del sindicato en Andalucía, Nuria López, acudirán para arropar a Díaz en una semana negra para la coalición de Gobierno, con la grave fractura escenificada con la ley del sí es sí y cuando la política gallega sigue navegando en la indefinición sobre su proyecto político, Sumar.
Llega a Cádiz de nuevo de la mano de los sindicatos, después de su desembarco en Sevilla hace justo un año, en marzo de 2022, en un acto también en la Universidad con las líderes de CCOO y UGT para hablar de la reforma laboral. Fue su primera incursión en Andalucía, una comunidad con duras luchas entre los partidos a la izquierda del PSOE.
La visita incorporó un encuentro con el alcalde de la ciudad este mismo jueves, cuando la vicepresidenta Díaz accedió, tras varias cartas remitidas por González, a visitar el ayuntamiento para reunirse con representantes de los trabajadores de la industria auxiliar del metal y de la plantilla de Airbus Puerto Real.
Han sido cuatro años, recordó el regidor gaditano, los que ha estado pidiendo a la ministra de Trabajo que pisara la Bahía. Desde que accedió a su cargo en 2019, Cádiz no ha estado en su agenda. Desde el Ministerio aseguran que el clima es «cordial» y que hay una «buena relación personal» entre ‘Kichi’ y Díaz, que sí que ha estado en la provincia aseguran, en varias ocasiones pero de forma privada y sin agenda pública. La vicepresidenta se sentará con CTM, CGT, CCOO y UGT.
Conflicto laboral La Bahía de Cádiz vivió una dura huelga de los trabajadores del metal en noviembre de 2021, cuando ya el alcalde reclamó «una reunión urgente» a Díaz para que acudiera a rebajar la tensión del conflicto, que se había visto agravado por el envío de una tanqueta del Ejército, por parte del Ministerio de Interior, para tratar de controlar las protestas. Entonces, la ministra de Trabajo se plantó ante su compañero de Interior y arremetió contra el uso de la fuerza con los manifestantes. Desde entonces, han sido varias las llamadas de los trabajadores del metal para reunirse con la ministra sin éxito hasta este viernes. A esas protestas se sumaron después las de los trabajadores de Airbus afectados por el cierre de la factoría de Puerto Real, por la apuesta de la compañía de reforzar el centro del Puerto de Santa María como una planta estratégica, una apuesta vista con preocupación por la industria auxiliar y la plantilla de la multinacional.
De perfil Díaz llega a Cádiz sin haber definido su proyecto político para las generales, días después de que Pablo Iglesias la haya vuelto a emplazar a unas primarias abiertas para elegir una candidatura unitaria para las generales y en mitad de la crisis más grave que ha atravesado el Gobierno de coalición, con las ministras de Podemos, Irene Montero e Ione Belarra, aisladas de la parte socialista por la reforma de la ley del sí es sí.
Como sabía el propio PSOE, Díaz votó alineada con Unidas Podemos en contra de la tramitación de la reforma legal propuesta por los socialistas, tras semanas de perfil en el conflicto abierto por los «efectos indeseados» en las rebajas de las penas a agresores sexuales y con el lamento de que nunca deberían haber llegado hasta ese punto. Su indefinición empieza a cansar incluso a sus propios partidarios y su figura política se desdibuja en mitad de la tensión entre el PSOE y Podemos.
El alcalde de Cádiz, de Adelante Andalucía, anunció meses atrás que daba un paso al lado y que al agotar el mandato no volverá a optar como candidato a las municipales. Su retirada ha movido de forma importante el tablero político en la capital gaditana, que todas las encuestas dicen que está muy abierta para las municipales de mayo. También la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, dio un paso atrás renunciando a su escaño en el Parlamento andaluz para volver a ser profesora de instituto, aunque sin dejar de liderar la formación política.
La coalición andaluza Ambos, ‘Kichi’ y Rodríguez, hace ya tiempo que descartaron absolutamente formar parte del proyecto político Sumar, dejando claro que su opción es la de un partido de soberanía andaluza, sin tutelas de Madrid. No obstante, los líderes de izquierdas han hablado bien públicamente de las intenciones de Díaz, aún dudando siempre, incluso cuando nada era tan evidente, de que Podemos e Iglesias dejarán a la política gallega fraguar su coalición de izquierdas sin ataduras ni injerencias de la cúpula morada. Ellos saben de primera mano cómo funciona Podemos y salieron enfrentados con Iglesias, con especial dureza en el caso de Rodríguez, que acabó expulsada de su propio grupo parlamentario y acusada de tránsfuga en una operación diseñada por IU y Podemos desde Madrid.
El alcalde de Cádiz, que en varias ocasiones ha criticado a Díaz porque «no se haya dignado» a visitar Cádiz, declaró en una entrevista en este periódico que sigue el proyecto político de la vicepresidenta «con expectación pero no con entusiasmo». «No sé que persigue. Me hubiera gustado reunirme con ella y poder preguntárselo», aseguró.
Díaz participó en la campaña de las andaluzas del pasado junio, apoyando la coalición de Por Andalucía, con IU, Podemos o Más País entre los integrantes y después de haber pujado porque fuera la candidata de IU y no el candidato de Podemos quien liderará la candidatura. Esa suma acabó rota antes de constituirse el grupo parlamentario y el choque de trenes entre IU y Podemos ha sido duro en el Parlamento andaluz aunque en los últimos tiempos, mientras se fraguan en varias capitales candidaturas conjuntas para las municipales, la relación va suavizándose. De hecho este jueves fue la primera vez que el portavoz de Podemos, Juan Antonio Delgado, interpeló al presidente de la Junta, tal y como se acordó al suscribirse la coalición y no se había cumplido en ocho meses.