Esta semana se ha publicado el Mercer CFA Global Pension Index: un índice que clasifica a 47 países del mundo en función de sus sistemas de pensiones. El análisis ha situado a España un año más en el puesto 26: un poco por debajo de la mitad y el motivo que ha esgrimido el organismo es la sostenibilidad a medio y largo plazo.
La institución conmina a España a atajar las «carencias y riesgos que deben ser abordados para que su eficacia y sostenibilidad a largo plazo no sean cuestionadas».
Conscientes de esta situación, desde el Gobierno actualmente en funciones se ha puesto en marcha una importante subida de las cotizaciones sociales para equilibrar el gasto, acompañada de una reforma de calado en el sistema de pensiones para intentar mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones en España a largo plazo.
Proponen un cambio radical en el sistema de pensiones José Ignacio Conde-Ruiz, economista y catedrático de la Universidad Complutense y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) ha intervenido en el programa ‘La Roca’ de La Sexta para advertir que «España será uno de los países más envejecidos del mundo porque combina lo mejor y lo peor de otros países: una de las esperanzas de vida más altas con una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo».
▶️Esperanza Vida 65 (o 67 años) es la Variable Clave en Proyecciones de Gasto en Pensiones…
▶️Por ello, es necesario Diseñar un Nuevo Factor de Sosenibilidad que permita un ajuste automático de la Pensión (o parámetros que la determinan) ante cambios dicha Esperanza de Vida..
— J.I. Conde-Ruiz 🇺🇦 (@conderuiz) 11 de octubre de 2023 La nueva «realidad demográfica» -que estima en 15,5 millones las personas jubiladas residentes en España para el año 2068 y no más de 25 millones de personas trabajando- requiere una adaptación según los cálculos de Conde Ruiz.
La propuesta radical del economista pasa por cambiar completamente la concepción actual del sistema de pensiones: «la jubilación debe ser algo gradual, flexible y compatible con el trabajo» que permita «combinar de alguna forma el salario con la pensión».
De la misma forma, plantea que la forma de salir del mercado laboral «no tiene que ser igual para todo el mundo» y explica que «las profesiones penosas o físicas tienen que tener salidas mucho más generosas».
Además, también propone utilizar toda la vida laboral para calcular la pensión y no tocar las pensiones de las personas que ya están jubiladas.
