Los alimentos de primera necesidad se venderán sin IVA al menos hasta el 1 de noviembre y, si la inflación persiste, la rebaja fiscal se mantendrá hasta final de año. El Gobierno ha oficializado este martes que mantendrá en vigor la medida (que también incluye la reducción del impuesto en el aceite y la pasta a la mitad, del 10% al 5%) en principio hasta el 31 de diciembre, pero establece que la rebaja fiscal quedará derogada el 1 de noviembre si el dato de septiembre de la llamada inflación subyacente se sitúa por debajo del 5,5%. Ese dato se conocerá en octubre, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique los datos de septiembre; por eso la posible derogación de la rebaja fiscal entraría en vigor a partir del 1 de noviembre. A modo de referencia, la inflación subyacente (que excluye los precios más volátiles de los alimentos no elaborados y de la energía) se ha situado en mayo en el 6,1%, solo seis décimas por encima del límite.
Según los cálculos del Gobierno, con esta prórroga para el segundo semestre de 2023, el ahorro para las familias será de 661 millones, como ya ocurrió en el primer semestre del año. Es decir el impacto presupuestario total será de 1.320 millones.
La prórroga de la rebaja del IVA de los alimentos forma parte del real decreto ley aprobado este viernes por el Consejo de Ministros que ha dado luz verde al séptimo plan de choque aprobado por el Gobierno para paliar los efectos de la guerra de Ucrania y de la inflación, con un coste presupuestario estimado de 3.800 millones de euros.
«Lo que hemos hecho en este primer semestre del año es hacer una bajada del IVA que está subordinada o condicionada a cómo vayan evolucionando los precios de los alimentos y esa es la línea que tenemos que seguir en general, medidas que se vayan adaptando lo más automáticamente posible a cómo vaya respondiendo la economía», avanzaba ayer la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una entrevista en RNE. «Creemos que [la rebaja del IVA] se tiene que mantener, pero siempre vinculado a cómo vayan evolucionando los precios en los próximos meses», insistía.
En cualquier caso, lo que está claro es que hasta entonces, alimentos de primera necesidad como el pan, la harina, la leche, los quesos o los huevos, así como las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, los tubérculos y los cereales que tengan condición de productos naturales se venderán sin IVA; y que el aceite y la pasta se comercializarán con un tipo del 5%.
Pese a eso, la asociación de consumidores FACUA no ha tardado mucho en criticar el gesto: la entidad dice lamentar que el Gobierno «se limite a prorrogar la rebaja del IVA en alimentos básicos sin haber realizado controles sobre el cumplimiento de la medida durante los seis meses de vigencia». De acuerdo con sus datos y sus múltiples balances, el movimiento no ha conseguido bajar el precio de la alimentación, que, de hecho, sigue casi un 12% más cara que hace un año.
