Si hay una asignatura que España tenga pendiente, como sucede a nivel europeo, esa es la productividad. El día tiene 24 horas, que y no son ampliables y el objetivo es hacer más y mejor en ese periodo e incluso en menos tiempo, algo en el que nos superan en EEUU y China. Pues ese indicador mejora y registró en el tercer trimestre de este año un crecimiento de casi el 3%. Se trata de una mejora de la eficiencia productiva que no se observaba desde la recuperación de la pandemia, cuando la economía crecía en torno al 6%, destaca un estudio semestral de la Fundación BBVA junto con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), denominado ‘Rastreador de la productividad’. «Hay un cambio de tendencia, lo que no sabemos es si es la consolidación de un modelo virtuoso basado en la eficiencia productiva» o si es algo puntual, tras retomar la productividad una evolución al alza después del covid, afirma Juan Fernández de Guevara, de la Universitat de València y del Ivie, y uno de los autores del estudio.
En el tercer trimestre del ejercicio actual, la productividad por hora trabajada creció un 2,8%, «el mayor aumento interanual desde el segundo trimestre de 2022, en plena recuperación de la pandemia» y con un crecimiento de la economía de entorno al 6%, según en análisis. Y lo más destacable: la productividad total de los factores, que compara el valor añadido generado con la aportación de los factores de producción empleados (capital y horas trabajadas), ha crecido el 2,96% en tasa interanual en el tercer trimestre de 20924, «acelerando el cambio de tendencia iniciado en el primer trimestre de 2024».
Desde la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis de 2008 a 2013, la productividad cayó, fue a partir de 2014 que empezó a dejar de caer y lo hizo hasta 2019, luego se produjo el parón del covid y con posterioridad se ha vuelto a crecer en ganancias de productividad. Lo que está por ver es si la evolución en el tercer trimestre, basado en la eficiencia de la producción, es una tendencia que se consolida o si es algo puntual, avisa Fernández de Guevara.
Eficiencia productivaA raíz de estos datos, se puede afirmar que 2,96 puntos del crecimiento del valor añadido, que fue del 3,7% «se deben a la mejora de la productividad de los factores de producción, «lo que significa que el 81,1% del crecimiento se debe a la mejora de la eficiencia productiva durante el año». Como consecuencia de ello, el empleo contribuye únicamente con un 5,8% y el capital se mantienen en el 13%.
Otros elementos a tener en cuenta son la desaceleración del empleo junto con un rápido crecimiento del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre, lo que generó un aumento de la productividad del trabajo (por hora trabajada) del 2,8% y de la del capital del 24% en tasas interanuales. En ambos casos se observan mejoras respecto a los dos trimestres anteriores. En todo caso, la parte negativa es que al aumento de la eficiencia productiva le acompaña una reducción en los ritmos de creación de empleo. «Se trata de una cuestión particularmente relevante para España, por su elevada tasa de paro».
El sector en el que más creció la productividad delos factores de producción fue en el primario, con el 6,5% interanual en el tercer trimestre, seguido por las manufacturas, con el 4,7%; y los servicios, con el 3%. En la energía apenas aumentó el 0,7% y en la construcción, el 1,3%. Destacan 3 sectores en los que la contribución de la productividad de los factores de producción fue mayor que el propio crecimiento del valor añadido bruto. Un ejemplo son las actividades financieras y de seguros, cuyo crecimiento fue negativo, del 0,77%, mientras que el de la productividad de los factores de producción aumentó el 5,7%. en estos ramos, la contribución del trabajo fue negativa (-6,5 puntos aproximadamente) mientras que la del capital fue prácticamente nula.
En el sector energético, el crecimiento se sustentó en el alza del trabajo, con 1,4 puntos del 1,1% frente a la contribución negativa del capital (-1 punto) y positiva de 0,7 puntos por parte de la productividad de los factores de producción. En los dos ramos con crecimiento de la productividad de los factores de producción, la construcción y comunicación e información, especialmente del trabajo en ambos casos.