Virtudes Leiva, conocida por su nombre artístico ‘Vivy Lin’, es una actriz malagueña que ha sentido en sus carnes la viralidad de las redes. Virtudes asaltó las tendencias después de grabar un TikTok en Mercadona, pero la fama de la monologuista no viene de ahí, sino de una larga trayectoria profesional que empezó en las aulas como docente.
Vivy Lin: de profesora a humorista viral en redes / L.O.
En una entrevista con La Opinión de Málaga, Virtudes relata cómo pasó de ser una docente comprometida a una humorista que ahora se gana la vida haciendo reír a su público: «Siempre fui la típica que se presentaba a las fiestas del colegio, me llamaba mucho la atención el mundo del espectáculo, pero lo veía muy difícil. En mi familia no había artistas ni tenía contactos. Empecé a estudiar Arte Dramático y a luchar por mi sueño».
El arte del humorEl trabajo de humorista no consiste solo en hacer reír a la gente, sino que tiene un trabajo detrás y requiere de mucha concentración para mantener la atención del público en todo momento. «Hay gente que me dice que serviría para ser monologuista, yo les digo que lo hagan, a ver si son capaces de mantener a un teatro con 200 personas durante una hora y cuarto», dice Vivy Lin.
«Detrás hay mucho trabajo, estuve doce años viviendo en Madrid cuando empezaba en mi carrera de actriz. Tuve la suerte en 2013 de que se me hizo otro vídeo viral y eso me ayudó a entrar en televisión. Fue Tomás Summers quien me dio mi primer programa en televisión, él también descubrió a otros grandes artistas como Paz Padilla o Chiquito», añade Virtudes.
Viralidad en TikTokHay veces que los vídeos virales tienen una preparación, un estudio para ver cuales son las tendencias y qué es lo que quiere la gente. El viral de Vivy Lin fue todo lo contrario, un vídeo casual que ha pegado el ‘boom’: «No buscaba la viralidad, simplemente llegamos al Mercadona y mi amiga me dijo que había una historieta de que de 19.00 a 20.00 horas era el tiempo de ‘ligar’. Investigamos y vimos que era verdad, que había rumores de ello. Justo eran las 19.05 y le dije a mi amiga de hacer el vídeo por la gracia», explica Leiva.
«El vídeo si te fijas es justo lo contrario a uno viral. No es un vídeo corto o un chascarrillo, tampoco es una caída o algo buscado. Fue un vídeo largo en el que no tenía ningún tipo de expectativa», añade.
Posibles colaboracionesA pesar de las visitas y la cantidad de gente que se ha pasado por el supermercado a raíz del vídeo, Vivy Lin desmiente algún tipo de pago o colaboración con la marca: «No me han pagado por el vídeo, aunque lo parezca. Es posible que me surja algo pero de momento no hay nada».
Para la artista lo importante no es la visibilidad de su obra, sino como la gente está reaccionando y continuando con el humor del que ella es tan partidaria: «Me ha sorprendido mucho todo, pero me quedo con el fenómeno que se ha generado. He llegado a la conclusión de que la gente tiene muchas ganas de reírse y de cachondeo. Ligar ha pasado a un segundo plano, ves a la gente con las piñas en el carro, luego otro vestido también de piña, que si el reportaje de una boda… La gente se queda con el humor».
El fenómeno de las redesLas redes sociales han supuesto un cambio en la vida cotidiana a nivel global y la profesión del humor no se libra de ellas: «Hay gente que cree que es humorista y no lo es, lo que comentábamos antes, no es lo mismo sostener un vídeo de un minuto a un teatro. Yo considero el humor como mucho más que un contenido en redes, el humor es carne con carne, es un yo te miro, te escucho y nos contestamos. Un vídeo en redes es entretenimiento», argumenta.
«Yo veo a diario gente en redes que haciendo contenido es muy top, pero luego no pueden llevar un directo porque no tienen la formación para ello, eso te lo enseña la experiencia y yo llevo veinte años. Sí es cierto que no lo considero como intrusismo, sino como un complemento. Hay gente que tiene un talento y eso deben aprovecharlo, y si le sacan partido en redes lo veo como algo fantástico. No creo que el contenido en redes sea competencia desleal».