El historietista e ilustrador Fermín Solís publicó en 2008 ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, que una década después sería llevada al cine en la película homónima de animación. El dibujante regresa ahora a los dominios del director de Calanda con ‘Luis Buñuel y los sueños del deseo’ (Reservoir Books). Pero es un proyecto distinto. No solo porque se centra en un episodio muy concreto del cineasta, el de la escritura junto a Jean-Claude Carrière de ‘Belle de jour’ en 1966, sino porque es “la primera vez que no trabajo con un guion mío, y además se trataba originalmente de un guion cinematográfico”.
Este guion lo firman el cineasta y dramaturgo Esteve Soler y el escritor y productor Óscar Arce, también cofundador del Luis Buñuel Film Institute junto a dos hijos del cineasta aragonés, Juan-Luis y Rafael. Según cuenta Soler, el periodo recreado, con todas las dudas que tenía Buñuel sobre la calidad de la novela de Joseph Kessel en la que se basaba o el concurso de Catherine Deneuve en el papel principal, “es un momento fascinante a distintos niveles. Nos gustaba ese momento de crisis que atraviesa, que es previa a la consolidación”, ya que ‘Belle de jour’ obtuvo un éxito notable. “Y también que consolida la relación entre Buñuel y Carrière. Es una historia de amistad”.
‘Buñuel y los sueños del deseo’. / .
En efecto, el cómic habla de cine, sueños, la impronta surrealista –la dinámica cortante del relato es de por sí bastante surrealista–, de la muerte y los problemas con la industria, pero perfila muy bien los lazos que estrechan la relación entre el director y el que sería su guionista fijo a partir de entonces, con la excepción de ‘Tristana’.
Páginas de ‘Buñuel y los sueños del deseo’. / Fermín Solís
Solís confiesa que “tenía reticencias de volver a Buñuel, no entraba en mis planes. Pero Óscar y Esteve me convencieron. Ahora no dibujo como cuando hice ‘El laberinto de las tortugas’, así que era también la oportunidad de dibujar a Buñuel con el estilo que tengo ahora. Este es, además, un Buñuel más maduro que el de ‘Las Hurdes’. En el anterior cómic llegaba virgen a Buñuel, me interesó más hablar de mi tierra, de Cáceres”. Añade que “mientras escribía el guion, lo iba descubriendo”. Arce convenció a los hijos del director para que el proyecto se hiciera realidad. “Yo salía de un dibujo más tipo ‘cartoon’ para hacer algo más serio”, reflexiona el historietista.
Protagonismo de Carrière“Pasé mucho tiempo con Juan-Luis, Rafael y Carrière -explica Arce-. Era importante poder transmitir la historia de Buñuel de forma correcta. Tenemos muchas fotografías, guiones, documentos. Con Esteve y Fermín recorrimos después los pasos de Buñuel”. Carrière alcanza un protagonismo absoluto. Fue algo más que el coguionista del filme: “Las dificultades de Buñuel al enfocar la novela son evidentes”, recuerda Soler, y en el cómic hay varias situaciones que lo atestiguan, como las viñetas en las que el director tira la novela de Kessel a la papelera o rompe el libro en varios pedazos. “Una de las exigencias de Buñuel era no traicionarse a sí mismo”.
Y en esto que director y guionista crearon unos personajes imaginarios, Henry y Georgette, a los que hablaban mientras escribían sus guiones. “Henri y Georgette son más surrealistas que la propia película”, comenta Soler, y los tres autores de la novela gráfica se enamoraron de estas figuras irreales con las que concluye el cómic, en dos bellas viñetas frente al cine Doré de Madrid.
Páginas de ‘Buñuel y los sueños del deseo’. / Fermín Solís
“Buñuel creó a Henri y Georgette para jugar con Carrière” intuye Soler, “y explicarle las claves de la excelencia narrativa”. Arce opina que “fueron útiles para sacarse de encima el peso de los productores y las perspectivas del público”. En la misma línea ‘surreal’, Solís recuerda cómo los sueños de los propios guionistas de ‘Buñuel y los sueños del deseo’ acabaron integrándose en el relato.
“Estudiamos muy bien el guion original de la película, en el que hay escenas que no llegaron a filmarse y otras que la censura cortó”, comenta Arce. Estas escenas han sido utilizadas en el guion del cómic en un proceso de escritura final en el fondo muy buñueliano.