Como es habitual por estas fechas, las automovilísticas japonesas han presentado sus balances económicos relativos al tercer trimestre fiscal, que va desde octubre hasta diciembre. Tras dos años complicados por la pandemia y problemas generales como la crisis de abastecimiento de semiconductores, parece que las marcas japonesas, que hacen de Japón el país más exportador de coches del mundo, han conseguido superponerse a las dificultades, revertir la situación y ganar dinero.
El mejor ejemplo es Toyota, que incrementó su beneficio operativo un 22% más durante el tercer trimestre fiscal respecto al mismo período del año anterior hasta los 6.835 millones de euros. Pese a que la compañía ha sufrido, como todas, la escasez de semiconductores, ha confirmado que trabaja para garantizar una cadena de suministros estables de cara a los próximos meses. Para el año fiscal completo espera un beneficio de 17.152 millones de euros, objetivo que seguramente superará porque ya acumula más de 15.100 millones en los nueve primeros meses del ejercicio.
Todas las marcas se han visto beneficiadas de la importante caída del valor del yen durante los últimos meses, aunque no tanto como habrían querido, ya que el precio de importación de componentes también ha subido por el mismo motivo.
Subidas importantes Pese a que Toyota es la que presenta unas cifras más abultadas, todas las marcas japonesas cerraron el tercer trimestre fiscal mejorando sus cifras. Nissan, noticia recientemente por su histórico acuerdo con Renault para el reequilibrio de pesos en la Alianza, facturó 20.282 millones de euros, un 630,4% más, que se tradujeron en un beneficio operativo de 952 millones de euros, un 80,9% más, y en un beneficio neto de 377 millones de euros, un 17,9% más.
En el acumulado del año, todas las métricas suben excepto el beneficio neto, que cae un 86,3% hasta los 822 millones de euros. Desde Nissan explican que la mejora del tercer trimestre se debe a su reforzada disciplina financiera y a un estricto control de los costes fijos, así como a su plan de optimización de costes y de su apuesta por la rentabilidad antes que el volumen, que deja su margen operativo en un 3,9% para el año, un 0,8% más respecto al anterior. Para el cuarto trimestre esperan reducir sus ventas un 8,1%, pero insisten en que sus medidas de control financiero mitigarán el impacto para cerrar el año con beneficios operativos y un flujo de caja positivo.
Por su parte, Honda cerró el trimestre con unos ingresos de 31.748 millones de euros, derivados de su negocio automovilístico, de las ventas de motocicletas y de otros productos, mejorando desde los 26.382 millones del mismo período del año pasado. Su beneficio operativo, en consecuencia, subió hasta los 2.005 millones de euros. Para el cierre del año esperan que su facturación se sitúe en los 123.309 millones de euros, lo que supondría mejorar en 19,28 millones de euros, aunque prevén que el beneficio operativo se quede en los 6.219 millones de euros, ligeramente por debajo de la cifra del año fiscal 2021.
Subaru, Mazda y Mitsubishi El resto de japonesas tampoco desentonaron en el tercer trimestre fiscal. Subaru, por ejemplo, no aportó los datos específicos del período, pero sí confirmaron una mejora de su capacidad productiva que, en el acumulado del ejercicio, sube un 22% hasta las 671.000 unidades. Como resultado, entre abril y diciembre facturó 20.077 millones de euros, un 39% más, mientras que su beneficio operativo alcanzó los 15,28 millones de euros, un 176,9% más. Para el total del año, la marca espera unos ingresos de 26.460 millones de euros, un 34,8% más, un beneficio operativo de 21,43 millones de euros, un 231,7% más, y un beneficio neto de 15,01 millones de euros, un 200% más.
Por su parte, Mazda y Mitsubishi, que también aportaron los datos relativos al período comprendido entre abril y diciembre, cerraron el tercer trimestre positivamente. La primera ingresó, en los nueve primeros meses del año fiscal un total de 15.469 millones de euros, un 24,7% más, y fijó su beneficio operativo y su beneficio neto en los 780,90 millones (+71,9%) y en los 740,88 millones de euros (+252%), respectivamente.
Finalmente, Mitsubishi ganó en los nueve primeros meses del año fiscal un 192,3% más hasta los 935,3 millones de euros gracias a una facturación que alcanzó los 12.913 millones de euros y a un margen operativo un 174,7% mayor de 1.099 millones de euros.
