A veces, esto del arte es muy sencillo: más allá de discursos conceptuales alambicados y comisariados abracadabrantes, ¿por qué no habitar las paredes de un museo con un centenar de obras maestras sin mayor pretensión que la del gozo de quien las contemple? Ése es el objetivo único de la doble exposición que ocupa las salas del Centro Cultural Unicaja (antiguo Palacio Episcopal), ‘De Rafael a Bacon’ e ‘Hispanoamérica en movimiento’, apabullantes stocks de la Colección Abelló y la Colección de Anna Gamazo de Abelló, el primero pictórico y el segundo fotográfico, para el asombro de quien se ponga delante. Cita inexcusable en cartel desde hoy y hasta el próximo 18 de agosto.
Una obra de Rothko al lado de una de Berruguete, bodegones de Sánchez Cotán frente a uno picassiano, un romero de torres junto a un toulouse lautrec, dibujos de Van Gogh, Dalí, lienzos de Rembrandt y una pequeña delicia de Rafael, Warhol, una estremecedora hojalata de Goya, Gerhard Richter, Chagall, Bracque, Lucien Freud, Francis Bacon, Julio romero de Torres, Guillermo Pérez Villalta… ‘De Rafael a Bacon’ bien podría ser considerado un pequeño y compacto museo con los greatest hits de buena parte de la historia universal de la pintura, una alucinante sobredosis de asombro para cualquiera con un mínimo de sensibilidad. «No se han empleado criterios cronológicos, de escuelas o temas… Simplemente hemos querido buscar el diálogo entre obras maestras para el disfrute del espectador», asegura Conchita Romero, responsable de la impresionante selección de obras.
No son, por cierto, piezas que pueblan los almacenes del empresario de Juan Abelló y su esposa, Ana Isabel Gamazo y de Hohenlohe-Langenburg; no, muchas de ellas están en sus residencias, son las que adquirieron para convivir con ellas. Destacan especialmente un retrato de la hermana de Rembrandt, cuya compra tuvo lugar en Londres y con tonos casi épicos (se formalizó in extremis pocos días antes de la irrupción del Brexit) y otro de Valerio Belli realizado por Rafael. Pero hay más, muchísimo más en una muestra imprescindible.
‘Hispanoamérica en movimiento. La Colección fotográfica de Anna Gamazo de Abelló’ / Alex Zea
LatinoaméricaAnna Gamazo de Abelló, siempre inclinada al soporte papel y a lo social, decidió empezar una colección de fotografía que aunara ambas pasiones. Aconsejada por Alexis Fabry, uno de los grandes expertos mundiales en fotografía latinoamericana, la coleccionista empezó a perseguir las mejores instantáneas de los mejores del continente. «La fotografía latinoamericana tiene varias pecularidades», asevera Fabry. «De un lado en Latinoamérica se produce una gran contaminación entre alta y baja cultura, se da una gran porosidad de la cultura popular; de otro, muchos fotógrafos de allí son autodidactas, no sienten la presión del canon ni del academicismo, por lo que desarrollan una gran libertad, especialmente respecto al soporte, en sus trabajos». Características que se despliegan a placer en ‘Hispanoamérica en movimiento», que recoge muchas de las obras maestras de la aventura coleccionista particular de Anna Gamazo, imágenes de Alberto Korda, José Luis Venegas (padre de la cantante mexicana Julieta Venegas), María Eugenia Haya ‘Marucha’ y así hasta 50 creadores.