«Sin buena gastronomía no hay turismo de calidad», se puede leer en el expositor de la Capital Española de la Gastronomía; la cita es del reputado chef Ferrán Adrià y resume la realidad de Fitur, una feria que como cada año vuelve a exhibir los atractivos culinarios de cada destino turístico.
Cuenca, que recibió ayer el testigo como Capital Española de la Gastronomía, dispondrá de un año para demostrar cómo marida este nombramiento con su particular entorno natural y su patrimonio cultural; sus autoridades ya han asegurado que se van a volcar en esta tarea.
En la Feria Internacional de Turismo (Fitur), esta ciudad, esta provincia, el resto de España y de los destinos internacionales exhiben cómo se afanan en conquistar al viajero por el estómago, especialmente a la hora de comer.
Hay propuestas de lo más clásico a lo más vanguardista, pues si hay un rasgo definitorio de la cocina española es la variedad y la calidad de sus elaboraciones, de sus alimentos y de los caldos con que regarlos.
Así, mientras en el expositor de Oviedo un serio escanciador hacía las delicias del público -con su correspondiente fila- «culín» a «culín», en el de Córdoba una serie de señores ataviados con una capa se conjuraban para defender la receta de su salmorejo, una elaboración que, curiosamente, han envasado en un recipiente muy similar al de la pasta de dientes para favorecer su distribución.
Coincidía con la presentación de Fermosilla, Ciudad del Vino, en el expositor de Castilla y León, un lugar en Zamora que atesora todo un intrincado laberinto de bodegas subterráneas construidas hace mil años.
Esta comunidad ha dejado muy patente su vinculación a sus vinos y a las tierras de donde surgen pues se han traído hasta unas cepas reales, testigos mudos de todo lo que acontece en un espacio tan urbanita como un recinto ferial.
En el mismo momento, en el expositor de Euskadi, tres jóvenes cocineros preparan elaboraciones con las conservas de calidad que da la tierra, en una cocina (sukaldea) sólo separada del curioso público por una pantalla que permitía ver el minucioso proceso de elaborar los pintxos, santo y seña de la gastronomía vasca.
En busca de la mejor tapa de España Para hacer visible este arte, que se traduce igualmente como «tapa» en otros lugares país, la patronal Hostelería de España ha organizado un campeonato en el que competirán 31 restaurantes de diferentes puntos de España.
Se desarrollará la próxima semana en otra Feria, Madrid Fusión, donde se sabrá cuál es oficialmente la mejor tapa de España, en un concurso que, todo apunta, será un apasionante duelo de alta cocina en miniatura.
En el recorrido por la feria, antes incluso de la hora del aperitivo, había bastantes visitantes en el expositor de La Rioja que da nombre a uno de los vinos más conocidos del país.
Y en Castilla-La Mancha, han dejado un generoso espacio a divulgar sus rutas del vino, producto que es uno de los atractivos de esta región que en breve contará con dos nuevas rutas del vino acreditadas por la Asociación de Ciudades del Vino (Acevin).
Se trata de la Ruta del vino de Almansa (Albacete) y de la de Uclés (Cuenca).
Este jueves se han presentado también las novedades de este club, que cerrará 2023 con 28 rutas y que lleva el desarrollo económico vinculado al vino a más de mil municipios de España.
Que en España se come (y se bebe) bien es uno de los lugares comunes de la promoción turística de muchos destinos, un eje que tira de la tierra y de la tradición, sin perder de vista la innovación, tal y como se ha vuelto a demostrar en Fitur.