Acostumbrado a dar siempre un paso más cuando los demás se quedan atrás, aunque el riesgo de ese movimiento sea caer al precipicio, Pedro Sánchez ha hecho con los cambios en el Gobierno anunciados este lunes un ejercicio de contención y de reflexión. La salida de Reyes Maroto del Ministerio de Industria y de Carolina Darias del de Sanidad, para ser candidatas a las Alcaldías de Madrid y de las Palmas, se ha saldado con la designación del canario Héctor Gómez y del gallego José Manuel Miñones.
Una decisión exenta de espectacularidad, que pone al partido y a los territorios por delante de cualquier otra consideración en un año fundamental por la concatenación de elecciones: las autonómicas y municipales el 28 de mayo y las generales en diciembre. Héctor Gómez, apartado de la portavocía del Congreso en julio de 2022, cuando Sánchez situó a María Jesús Montero y Pilar Alegría al frente del PSOE y a Patxi López de portavoz en la Cámara, ha sido ahora rehabilitado. Hay quien pueda pensar que es un ejercicio de justicia tras aquella defenestración pero rara vez Sánchez se deja llevar por cuestiones personales.
A las cualidades políticas del nuevo ministro de Industria se une su procedencia canaria y es obvio que el presidente del Gobierno ha querido mantener la cuota territorial. Carolina Darias llegó al Consejo de Ministros en enero de 2020 para ayudar a la consolidación de Ángel Víctor Torres al frente de la presidencia de las Islas, para lanzar el mensaje de que Canarias con el PSOE, en el Ejecutivo central y en el autonómico, tiene un peso. Y esa señal ahora había que mantenerla a toda costa, sobre todo tras el estallido del ‘caso Mediador’, que ha desestabilizado al Gobierno de las Islas cuando los socialistas tenían allí el viento a favor. «Canarias es muy importante para nosotros», reconocen en el PSOE.
Torres se ha apresurado a destacar esta mañana la satisfacción de que en el Consejo de Ministros «haya presencia de Canarias». «Mi agradecimiento al presidente porque ha confiado en canarios para ser ministros. Nunca antes hemos tenido tanto peso», destacó.
Búsqueda de nuevo talento En el caso del nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, existe también una clave territorial pero con su designación el presidente busca también talentos emergentes. En el PSOE apuntan a que Miñones, que era el delegado del Gobierno en Galicia, es una persona «muy valiosa» y que mantiene muy buena relación con los medios de comunicación. Desde luego supone aupar a un nuevo referente gallego pero sin que ello deba significar necesariamente, según fuentes del partido, que se le prepara como futuro líder autonómico. «Está más pensado para hacer carrera política en Madrid». Los socialistas gallegos escogieron en octubre de 2021al presidente de la Diputación de A Coruña y alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, como nuevo secretario general. Aunque Formoso se presenta para revalidar la alcaldía esto no supone que renuncie a la candidatura autonómica en las elecciones de dentro de un año. Pero, en cualquier caso, el PSdG con Miñones cuenta «con otro valor de futuro».
Sánchez había ya dicho públicamente que la crisis sería puntual. No se atisban más cambios en el Gobierno. Tras las andaluzas, e incluso antes, había mucha inquietud a nivel territorial en el partido porque, un año después de la remodelación de julio de 2021 -el holocausto caníbal en el que salieron José Luis Ábalos, Carmen Calvo e Iván Redondo-, la sensación era que no fue exitosa y que el presidente debería hacer nuevos retoques. Pero Sánchez optó por revolucionar la cúpula del PSOE, con la salida de Adriana Lastra y la llegada de Montero. Con la nueva dirección el partido está mucho más en forma que antes. Ahora todo indica que ha pasado ya el momento de más ajustes y que el presidente se zambulle en la campaña electoral primero y, a partir de julio, en la presidencia española de UE. Quien aspire a ser ministro deberá esperar ahora al resultado de las elecciones generales de finales de año.