A falta de elecciones, Congreso Federal del PSOE. Pedro Sánchez empieza el curso político con ganas de «activar» el partido. El presidente del Gobierno reunirá este lunes a la Ejecutiva Federal para, entre otras cuestiones, convocar este sábado 7 de septiembre al Comité Federal para que como máximo órgano apruebe el calendario congresual del partido. Después de esta reunión del partido, Sánchez emprenderá viaje a Pekín y a Shanghái para una visita oficial como presidente del Gobierno hasta el 12 de septiembre.
La primera fecha que fija ese calendario es el congreso federal, en el que aspiran a refrendar a Sánchez como secretario general del PSOE. Y dar también una imagen de «unidad» en torno al líder.
El último Congreso Federal del PSOE se celebró en octubre de 2021 en Valencia. Y hasta cuatro años después (2025) no tocaría un nuevo cónclave, según las normas internas socialistas. Pero Sánchez ha decido mover ficha y adelantar el conclave socialista en el que aspira a salir reelegido como secretario general del PSOE. El lugar elegido, según The Objetive, sería Sevilla, capital de la federación con más militantes socialistas.
La clave, según coinciden fuentes consultadas en varias federaciones socialistas, es aprovechar el momento para «poner en marcha» tanto a militantes como dirigentes y «dinamizar» el partido que «está muerto» en algunos lugares. Y así de paso realizar algunas renovaciones de liderazgos regionales para «preparar el partido para el próximo ciclo electoral».
Para justificar este adelanto en las filas socialistas también apuntan a la idoneidad del momento porque Sánchez está «reforzado», puesto que el presidente del Gobierno todavía está en los inicios de legislatura. «Aún está fuerte», y más tras el «éxito» de la llegada de Salvador Illa a la Generalitat de Cataluña. Luego, vaticinan, puede irse «debilitando», especialmente por la «dependencia» de los votos en el Congreso de la formación que lidera Carles Puigdemont, y sufrir el «daño seguro» electoral que algunos sostienen que asestará la cuestión catalana -amnistía y consorcio económico- al PSOE.
El cónclave socialista, que se barajó para la primavera de 2025, se celebrará este otoño, seguramente en el mes de noviembre. Aunque las fechas, según apuntan en Ferraz, aún no están cerradas.
En las filas socialistas ven que con este movimiento Sánchez podrá «aguantar la legislatura» con el refuerzo de haberle dado un «meneo» al partido y tener despejada la cuestión interna para, si lo considera necesario, poder convocar elecciones generales cuando considere y tener al partido «preparado» y «motivado».
Pero además de la «supervivencia personal» de Sánchez, como llegó a calificar un dirigente socialista este movimiento, el congreso federal permite también al presidente del Ejecutivo presentar un «partido unido» ante los debates que se vaticinan en este curso político, especialmente el de la financiación autonómica. Llegando incluso a escenificar unida en torno a un documento que hable de la necesidad de un nuevo modelo pasado en la solidaridad interterritorial pero sin ahondar en detalles que provoquen grietas. Del estilo al del PP de esta semana, apuntan.
En los congresos los partidos renuevan sus idearios políticos y el PSOE, con Illa al frente del gobierno catalán, tiene opción de reivindicar su apuesta por la plurinacional, pese a que en el congreso de Valencia se calificó como «La España multinivel», junto a la denominada «agenda del reencuentro».
Renovación de liderazgos autonómicosUna vez celebrado el congreso federal, se ponen en marcha los cónclaves territoriales. El PSOE podría renovar los liderazgos autonómicos antes de acabar 2024 y empezar 2025 con un partido «tras Sánchez» y sin algunas voces críticas, como la del todavía secretario general del PSOE de Aragón, Javier Lambán.
Precisamente, el expresidente aragonés llevó a la reunión de su ejecutiva regional votar el rechazo a la financiación «singular» acordada con Cataluña. Logró que saliera adelante por «unanimidad» de los presentes, ya que los representantes de Huesca abandonaron la reunión.
En el punto de mira de los cambios territoriales no solo están los críticos o aquellos que perdieron el Gobierno autonómico en las últimas elecciones autonómicas de mayo de 2023, como es el caso de La Rioja tras el paso atrás de la expresidenta Concha Andreu, sino también en algunas federaciones, como Madrid o Andalucía, donde son constantes los cuestionamientos de sus actuales secretarios generales: Juan Lobato y Juan Espadas, respectivamente.
Así las cosas, se busca que el PSOE «trabaje la oposición» y vaya conformándose en alternativa antes de que llegue el nuevo ciclo electoral de autonómicas y municipales. Si no hay nada extraordinario, la primera cita con las urnas sería en las autonómicas en Andalucía.
En este contexto también hay que tener en cuenta la «remodelación grande, pero dentro de un orden» que acometerá Sánchez, según fuentes de Ferraz, en el Gobierno ante la salida de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, para la Comisión Europea. Y la previsible designación de José Luis Escrivá como Gobernador del Banco de España.