El Reino Unido vive este miércoles otra jornada de huelgas, por los paros que secundan trabajadores del ferrocarril, algunos conductores de autobuses, empleados que vigilan las autopistas y los encargados de hacer los exámenes de conducir.
Los miembros del sindicato británico de ferrocarriles, marítimo y transportes (RMT, por sus siglas en inglés) que trabajan para la compañía ferroviaria Network Rail y otros 14 operadores de trenes del Reino Unido prosiguen la medida de presión que iniciaron este martes, mientras que harán otra de 48 horas desde este viernes.
A este paro se une el de los conductores de autobuses en Londres, que afectará especialmente las zonas del sur y oeste de la capital, mientras que los responsables de los centros de control de las autopistas también van a la huelga en reclamo de mejoras salariales.
Algunos encargados de hacer los test de conducir en Londres, sureste y suroeste de Inglaterra y Gales secundan una huelga.
Estos paros han provocado una crisis en el Reino Unido que lleva meses, ya que estos sectores piden aumento de sueldo por el fuerte incremento de la inflación, que supera el 10 %.
El Gobierno se opone a negociar El sector ferroviario reclama un incremento salarial del 7 %, pero la empresa Network Rail solo ha ofrecido un 5 %.
El secretario general de la confederación sindical (TUC, por sus siglas en inglés), Paul Nowak, ha pedido una reunión urgente con el primer ministro, Rishi Sunak, para superar la crisis.
En una carta a Rishi Sunak, de la que informan los medios, Nowak dijo que los servicios públicos están en crisis después de años de escasez de fondos y personal.
«No podemos resolver estos problemas sin un trato justo para las personas en la primera línea (del trabajo). Todos los meses, los empleados con experiencia renuncian y uno de cada tres empleados del servicio público ahora toma medidas para dejar sus profesiones o lo está considerando activamente. Esto es simplemente insostenible», escribió Nowak en su misiva.
«Pero no podemos solucionar la crisis de personal en nuestras escuelas, hospitales y otros lugares si no solucionamos las causas subyacentes. Esto significa hablar de manera abierta y constructiva sobre la mejora salarial en el sector público. Pero hasta ahora sus ministros se han negado a negociar directamente sobre salarios con los sindicatos», agregó.