Las elecciones autonómicas del próximo 28-M son claves para el espacio de Unidas Podemos. Así parecen haberlo entendido tanto en Podemos como en Izquierda Unida. Ambas formaciones ya han cerrado acuerdos para concurrir en la misma papeleta en ocho de las 12 comunidades que instalarán las urnas a finales de mayo. En pleno proceso de recolocación de pieza a la izquierda del PSOE -otro más-, los dos partidos parecen optar por la unidad, aunque aún siguen negociando en cuatro comunidades. En algunos territorios ya se da por imposibles los pactos.
El poder territorial de ambas formaciones no ha hecho más que decrecer en los últimos ocho años. Tras el ciclo electoral que se inició en 2015, la suma de los diputados autonómicos de Podemos e IU ascendía a 181. En la actualidad, tan solo tienen 71 escaños en toda España, 110 menos. Con estos datos sobre la mesa, los comicios del 28-M resultan decisivos para mantener cierta presencia en los territorios.
La fórmula escogida para lograr este objetivo es ofrecer al electorado una única papeleta, no como ocurrió en 2019 cuando el espacio llegó a disgregarse en 23 candidaturas diferentes por todo el territorio. Por el momento, ambas formaciones han revalidado los acuerdos en Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y Madrid y han cerrado nuevos pactos en Cantabria, Navarra, Canarias y Murcia. En la Comunitat Valenciana y en La Rioja, donde en la ocasión anterior fueron de la mano, se sigue negociando, y mucho más difícil están los casos de Asturias y Aragón.
Sinfín de peculiaridades Fuentes del partido morados aseguran que su objetivo es seguir dialogando hasta el último momentos para conseguir el mayor número de pactos posibles. Y el mismo mensaje trasladan desde la dirección federal de IU. Sin embargo, más allá de buenas intenciones, cada territorio es, como quien dice, un mundo, con sus peculiaridades, rarezas y dinámicas internas propias. Por ejemplo, en Murcia, han alcanzado un acuerdo, pero aún está por ver si se suma Más Región Murcia, la filial de Más País; o la Comunitat Valenciana, donde la composición de las listas está dificultando el entendimiento.
Además, la unidad se está dando entre los dos partidos que tienen un marcado carácter nacional, pero no con muchas otros fuerzas territoriales. Volviendo a Valencia, hagan lo que hagan, se tendrán que enfrentar a Compromís; en Canarias todo apunta a que se disputarán los votos con Drago, la formación que creó el exdiputado morado Alberto Rodríguez; y en Madrid competirán contra la líder de Más Madrid, Mónica Rodríguez.
Ciudad a ciudad Podemos e Izquierda Unida no solo tendrán que defender su posición en los parlamentos autonómicos, sino también en las ciudades. Aunque apenas controlan ya las llamadas ciudades del cambio, las alianzas también se han extrapolado a nivel municipal en Catalunya, donde las alianzas suelen ser fáciles, y en el País Vasco. Sin embargo, aún están pendientes los acuerdos en las localidades de Galicia, Castilla y León y Andalucía. En cada territorio la casuística es completamente diferente.
En Andalucía, por ejemplo, Podemos, IU y Más País se han aliado para concurrir al consistorio de Sevilla, mientras que en Málaga o Córdoba el partido de Íñigo Errejón se enfrentará a sus antiguos compañeros. Otro caso es el de Castilla y León, en el que Podemos e IU han alcanzado acuerdos en la gran mayoría de capitales, salvo en Zamora, en la que acudirán divididos. Así que, una vez más, los electores deberán estar muy atentos a la división del espacio a la izquierda del PSOE para no confundirse de papeleta.